Agosto es el mes de las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo, una lluvia de estrellas fugaces que llena de magia las noches de verano. Pero mientras miramos al cielo para disfrutar de este maravilloso espectáculo, el mar estival nos sigue ofreciendo auténticos tesoros: una gran variedad de mariscos y pescados de temporada que destacan por su sabor, calidad y valor nutricional.
Pescados como la lubina o la raya y mariscos como las almejas y el bogavante están en agosto en su mejor momento, tanto en sabor como en calidad y precio. Además, al consumir marisco y pescado de temporada, no solo disfrutamos de una calidad excepcional, sino que también contribuimos a una pesca más responsable, respetando los ciclos naturales de cada especie.
¿Quieres saber qué mariscos y pescados comprar en agosto? En este post del blog de mariskito, un blog la mar de interesante, te contamos cuáles son los mejores mariscos y pescados de temporada en agosto. Y si buscas la mejor calidad, en nuestra tienda puedes comprar pescado y marisco online. ¡Recibirás los mejores productos del mar directamente en tu domicilio en menos de 24 horas!
Lubina: un pescado blanco saludable, delicioso y de temporada en agosto
Agosto es un mes ideal para disfrutar de la lubina, un delicioso pescado blanco de sabor suave muy apreciado en la cocina mediterránea y atlántica. También conocida como róbalo, la lubina es un pez elegante, de cuerpo alargado y esbelto, con escamas plateadas que reflejan tonos azulados en el lomo y un vientre claro que parece brillar. Su aleta caudal en forma de “V” y una mancha oscura cerca de sus agallas son otros de sus rasgos más característicos.
Es una especie costera que vive en aguas marinas poco profundas, aunque la lubina también puede encontrarse en zonas de desembocadura de ríos y estuarios gracias a su capacidad para adaptarse a diferentes niveles de salinidad. En verano, es habitual verla cerca de puertos, zonas rocosas o arenales, donde se alimenta de pequeños peces, crustáceos o gusanos.
La lubina es un depredador ágil y muy desconfiado, lo que la convierte en una captura muy valorada en la pesca deportiva. Se pesca tradicionalmente con sedal, trasmallo o palangre, aunque también se cría en piscifactoría, lo que garantiza su presencia constante en el mercado.
Propiedades y beneficios de la lubina
La lubina es un pescado blanco de temporada en agosto que destaca por su excelente perfil nutricional. Es una opción muy saludable, especialmente recomendada para quienes buscan una dieta equilibrada, rica en proteínas y baja en grasas.
Con solo 1,3 gramos de grasa por cada 100 gramos, la lubina es uno de los pescados blancos más magros. Esta característica, unida a su alto contenido en proteínas de alta calidad, la convierte en un alimento ideal para deportistas, personas activas o simplemente para quienes cuidan su alimentación.
La lubina es fuente del potasio, fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular; de fósforo, que ayuda a mantener huesos y dientes fuertes y de hierro, esencial para prevenir la anemia y mantener altos nuestros niveles de energía. También aporta cantidades más moderadas de magnesio y sodio, necesarios para múltiples funciones metabólicas.
Otra de las propiedades y beneficios de la lubina es su contenido en ácidos grasos omega-3, muy recomendados por sus efectos positivos para la salud cardiovascular, cerebral y para reducir la inflamación.
En cuanto a vitaminas, la lubina es rica en las del grupo B. Contiene B1, B2, B3 y B12, todas ellas involucradas en procesos clave como la formación de glóbulos rojos, el metabolismo energético y la síntesis del ADN.
¿Cómo preparar lubina?
La lubina es uno de esos pescados que siempre queda espectacular, y por eso tiene un lugar destacado en la cocina española. Su carne blanca, suave y jugosa se adapta a muchas técnicas de cocción y combina de maravilla con ingredientes frescos.
Una de las formas más comunes de prepararla es abierta a la espalda, un corte muy práctico que permite introducir en su interior rodajas de limón, ramitas de tomillo, romero o cualquier hierba aromática que tengas a mano. Así puedes cocinarla fácilmente al horno, a la plancha o incluso a la brasa, y conseguir un plato ligero y lleno de sabor. La lubina al papillote también es una excelente opción. Envolverla en papel de horno con un poco de aceite de oliva, verduras y limón permite que se cocine en su propio jugo, conservando todos sus nutrientes y su sabor natural.
Si buscas un plato con una presentación irresistible, la lubina a la parrilla con crujientes y primientos de padrón es la elección perfecta. Lo mismo ocurre con la lubina con chips de boniato, calabacín y alcachofas, una receta muy original que mezcla texturas y sabores dulces y salados.
La lubina a la sal es muy fácil de preparar y siempre queda espectacular. Pero, sin duda, nuestra preferida es la lubina con salsa cremosa de boletus, almendras y Caviar del Tíbet, una verdadera exquisitez.
Sea cual sea la receta que elijas, la lubina siempre es una apuesta segura en este mes de agosto. En nuestra tienda online puedes comprar lubina salvaje, entera y limpia (ideal para cocinar al horno) o en dos lomos. También puedes comprar lubina de cultivo a muy buen precio.
Raya: un pescado blanco de temporada en agosto con un bajísimo contenido graso
La raya es un pescado blanco que pertenece a un grupo amplio de especies que comparten una anatomía muy singular: un cuerpo plano, grandes aletas en forma de disco que se prolongan lateralmente y una cola que recuerda a un pequeño látigo. Su morro, ligeramente puntiagudo, y la disposición de su boca en la cara inferior del cuerpo completan una fisonomía totalmente adaptada al lecho marino.
La parte superior de su cuerpo está cubierta por una piel rugosa, con pequeñas protuberancias espinosas y presenta manchas o patrones irregulares que le permiten camuflarse con facilidad en fondos arenosos o fangosos. Este mecanismo de mimetismo, junto con su tendencia a enterrarse parcialmente en el sustrato, le proporciona una gran ventaja a la hora de cazar o evitar a sus posibles depredadores.

La raya vive en aguas marinas templadas, principalmente en el Mediterráneo, el Mar Blanco y la fachada atlántica europea. Es de hábitos sedentarios, muy ligada al territorio, y en muy pocas ocasiones realiza desplazamientos largos. Se alimenta principalmente de pequeños peces, crustáceos y moluscos.
En cuanto a su pesca, la raya es capturada principalmente mediante artes tradicionales y artesanales, como el trasmallo o el palangre de fondo, métodos que favorecen una pesca más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Su tamaño suele oscilar entre 80 y 120 centímetros, aunque algunas especies pueden alcanzar longitudes mayores.
Propiedades y beneficios de la raya
La raya es un pescado blanco de temporada en agosto que destaca por su muy bajo contenido graso. En concreto, 100 gramos de raya aportan apenas 1,26 gramos de grasa, una cantidad muy reducida en comparación con otros pescados.
Además, la raya es fuente de vitamina B3, necesaria para transformar los alimentos en energía y para la producción de hormonas. También contiene vitamina B6, que contribuye al metabolismo de proteínas y al funcionamiento del sistema inmunológico, y una cantidad notable de vitamina B12, incluso superior a la que encontramos en muchas carnes y productos lácteos.
En cuanto a minerales, la raya aporta hierro, fundamental en la prevención de la anemia; fósforo, relacionado con la obtención de energía celular; magnesio, implicado en la función muscular y nerviosa y potasio, esencial para mantener el equilibrio de líquidos y una buena salud cardiovascular.
Cómo cocinar raya
La raya es un pescado versátil y muy agradecido en la cocina. Si nunca la has probado, agosto es el mejor momento para descubrir su exquisito sabor. Su parte comestible se encuentra en las aletas, de donde se obtiene una carne blanca, muy jugosa y con una textura gelatinosa que se deshace suavemente en la boca. Una de sus grandes ventajas es que no tiene espinas, sino cartílagos blandos, lo que facilita mucho su consumo.

Se adapta a distintos métodos de cocinado: se puede hacer rebozada, a la plancha, en guisos tradicionales o incluso al vapor. Gracias a su sabor suave, la raya combina muy bien con salsas, hierbas frescas y toques cítricos.
Hay muchas regiones de España donde la raya es la protagonista de recetas tradicionales. En Galicia es muy popular la raya frita o la raya en caldeirada. En Cataluña, encontramos el suquet de raya, un guiso marinero lleno de sabor, mientras que en Valencia se prepara una deliciosa raya con tomate.
Una receta diferente y sorprendente es la raya a la mantequilla con alcaparras y caviar del Tíbet, una combinación sofisticada que juega con contrastes de textura y sabor.
Almejas: un marisco de temporada en agosto rico en nutrientes y de un sabor exquisito
Aunque solemos referirnos a las almejas de forma genérica, lo cierto es que bajo este nombre se agrupan diversas especies de moluscos bivalvos pertenecientes a la familia de los venéridos. Tienen en común que su cuerpo blando está protegido por dos valvas que se abren y cierran como si fueran una bisagra, lo que les da su característica forma.
Las almejas viven enterradas en fondos arenosos, donde utilizan un músculo en forma de lengua llamado “pie» para desplazarse y excavar. Son un marisco muy resistente, capaz de soportar temperaturas extremas y variaciones en la salinidad del agua. Las almejas se alimentan por filtración, extrayendo nutrientes del agua que filtran. Su ciclo reproductivo incluye una fase larvaria que nada libremente antes de asentarse en el fondo y comenzar su vida adulta.

Agosto es uno de los mejores momentos para disfrutar de las almejas, ya que muchas de sus variedades están en plena temporada. Entre las más valoradas se encuentra la almeja fina, fácilmente reconocible por sus delicadas líneas en forma de cuadrícula. La almeja babosa, de tonalidades claras y sifones unidos, es muy parecida en calidad a la fina, aunque algo más delicada fuera del agua.
La almeja rubia gallega destaca por su exquisito sabor y por el peculiar dibujo en zigzag de su concha rojiza. En cuanto a la almeja japónica, se caracteriza por su rápido crecimiento, lo que la convierte en una de las más accesibles en cuanto a precio. También es habitual encontrar en el mercado la llamada almeja blanca o chirla, de aspecto y valor similar a la fina, aunque menos resistente fuera del agua.
Propiedades y beneficios de las almejas
Las almejas son mucho más que un manjar del mar, son una auténtica fuente de nutrientes esenciales. Además, su bajo contenido calórico (alrededor de 70 calorías por cada 100 gramos) las convierte en una opción ligera. A nivel nutricional, las almejas destacan por su contenido en ácidos grasos omega-3, valorados por sus efectos positivos sobre el corazón y la circulación.
Las almejas también contienen una cantidad muy elevada de hierro, llegando a aportar más que algunas carnes rojas. Una ración de 100 gramos puede cubrir perfectamente las necesidades diarias de hierro en adultos, por lo que se recomiendan especialmente en casos de anemia, durante el embarazo o en dietas con carencias nutricionales.
Pero hay más: las almejas son ricas en minerales como el calcio, el fósforo, el yodo, el magnesio y el potasio. El calcio, en concreto, contribuye al mantenimiento de huesos fuertes, al desarrollo muscular y a la salud dental. Las almejas también ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular gracias a su contenido en magnesio y potasio. Por si fuera poco, las almejas incluso aportan una buena dosis de vitamina B12, esencial para la formación de glóbulos rojos y para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
¿Cómo preparar almejas?
Las almejas son uno de esos ingredientes versátiles que se adaptan a todo tipo de recetas, desde los clásicos de siempre hasta platos más elaborados. Su sabor intenso a mar y su textura delicada las convierten en protagonistas perfectas de arroces, sopas, guisos y aperitivos.
Aunque hoy en día la mayoría llegan ya depuradas, siempre es aconsejable darles un pequeño repaso antes de cocinarlas. Basta con sumergirlas en un recipiente con agua fría y sal durante unos 30 minutos para que terminen de soltar cualquier resto de arena. Después, hay que enjuagarlas bien bajo el grifo y desechar aquellas que estén abiertas y no se cierren al tocarlas, ya que eso indica que no están vivas.
En cuanto a la preparación, las posibilidades son variadas y muy sabrosas. Se pueden cocer al vapor (con unas hojas de laurel para dar aroma), saltear con ajo y perejil, cocinar a la marinera o añadir a arroces, calderetas o sopas de pescado. Lo más importante es no pasarse con el tiempo de cocción: basta con que se abran, lo que suele tardar apenas unos minutos.
Si buscas ideas diferentes, puedes probar las almejas en salsa de gambas, una forma deliciosa de dar un giro a la receta tradicional. También están las almejas a la sal, muy populares en Galicia, que permiten disfrutar al máximo del sabor natural de este marisco. Y para quienes le guste innovar, una receta espectacular: almejas con salmonetes, piperrada roja y una panada verde.
Bogavante: un delicioso marisco de temporada en agosto con abundantes proteínas
El bogavante es uno de los mariscos más apreciados del verano, especialmente en agosto, cuando su carne está en su mejor momento. Este crustáceo se reconoce fácilmente por su cuerpo alargado y su robusto caparazón, más estilizado que el de la langosta. Su color habitual es oscuro, con pequeñas manchas amarillas y tonos amarillentos en la parte inferior. Sin embargo, tras la cocción adquiere ese característico tono rojizo.
Tiene diez extremidades, como buen decápodo, y dos grandes pinzas que cumplen funciones diferentes: una de mayor tamaño, con dientes romos para triturar, y otra más fina, con bordes afilados que le permiten cortar y desgarrar su alimento.

En cuanto a su hábitat, el bogavante prefiere zonas rocosas y fondos marinos cercanos a acantilados, donde puede esconderse durante el día. Es un animal nocturno, que sale a cazar sepias, calamares, pulpos o pequeños peces cuando cae el sol. En verano, se acerca más a la costa, lo que facilita su captura.
Las costas gallegas son especialmente valoradas por la calidad de sus ejemplares. Se pesca sobre todo mediante nasas cebadas. También se emplean otros métodos como el trasmallo o el arte de enmalle, aunque en menor medida.
Propiedades y beneficios del bogavante
Disfrutar de un buen bogavante no solo es un verdadero placer, sino también una deliciosa forma de cuidar nuestra salud. Una de sus propiedades más destacadas es su elevado contenido en proteínas de alta calidad, esenciales para el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular.
Desde el punto de vista nutricional, el bogavante también aporta una buena dosis de vitamina B3, una vitamina clave que interviene en la transformación de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas en energía. También desempeña un papel importante en la salud cerebral, ayudando a aliviar el estrés y a reducir la frecuencia de las migrañas.
Entre los minerales que contiene, destacan el zinc, el fósforo, el hierro, el potasio y el magnesio, todos ellos necesarios para el buen funcionamiento del organismo. En particular, el yodo presente en el bogavante resulta muy beneficioso para el metabolismo y para el correcto funcionamiento de las células, además de contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares. El zinc, por su parte, es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico
¿Cómo cocinar bogavante?
Una de las formas más populares de preparar el bogavante es el clásico arroz con bogavante, un plato lleno de sabor en el que el marisco impregna el caldo con su esencia, creando una combinación irresistible. Otras opciones habituales son el bogavante a la plancha o el bogavante cocido. Para hacerlo a la plancha, lo ideal es abrirlo por la mitad, de cabeza a cola, y colocarlo con la parte de la carne hacia abajo sobre una plancha bien caliente.
Si lo prefieres cocido, prepara una olla con abundante agua salada. Cuando hierva, introduce el bogavante. Cuenta entre 20 y 25 minutos para piezas medianas, o hasta 30 minutos si es más grande. Una vez cocido, se enfíra en un recipiente con hielo para cortar la cocción y conservar su textura adecuada.
Nosotros te recomendamos que pruebes recetas tan deliciosas como
- Ensalada de bogavante con mango y salsa romesco: una propuesta ligera y sabrosa, perfecta para los calurosos días de agosto.
- Bogavante a la plancha con yuzu japonés: una fusión refrescante con un toque cítrico muy especial.
- Bogavante a la parrilla con aroma de romero ahumado: una receta ideal para sorprender con un toque sofisticado.
En Mariskito, tu pescadería online, puedes comprar bogavante gallego vivo o cocido, en diferentes tamaños que van desde los 500 gramos hasta 1,5 kg. Elige el formato que mejor se adapte a tu receta, ¡y nosotros nos encargamos del resto! Comprar marisco y pescado de temporada por Internet es la mejor opción: garantiza disfrutar de todo su sabor, es más económico y favorece un consumo más sostenible.¡Todo son ventajas!
Fuentes: Fundación Española de la Nutrición (FEN) / Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) / Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) / Consellería do Mar – Xunta de Galicia / Fundación Española del Corazón (FEC) / Greenpeace