Hace unos días os hablábamos de las propiedades alimenticias del marisco, de las que destacan especialmente sus proteínas de alta calidad. Nos vamos a centrar hoy en el mejillón, que crece con calma en las rías de Galicia, que lidera la producción de este molusco de concha en Europa. Su producción, que suele durar de año a año y medio, se concentra en las bateas, donde se alimentan del agua marítima exclusivamente, sin ningún tipo de añadidos artificiales.
De hecho, sus branquias pueden llegar a filtrar hasta nueve litros de agua a la hora. Durante su crecimiento, los mejillones se alimentan exclusivamente de plancton marino sin que se añada ningún producto artificial para acelerar el tiempo de cría. Además las aguas de las rías en las que se cultiva están sometidas a controles de salubridad con el objetivo de monitorizar la existencia de toxinas si las hubiera.
Respecto a su contenido nutricional, es destacable que:
- Es rico en proteínas: en este sentido, 8 mejillones equivalen a 50 gramos de carne, 70 de pollo o 175 cl de leche entera, según el Doctor Llona experto en alimentación y nutrición y miembro de la Fundación Española de Nutrición.
- Tienen poca grasa, y además ésta es saludable, muy lejos de perjudicial grasa trans, por ejemplo. La mayoría de la grasa que contiene se trata de ácidos grasos poliinsaturados omega-3.
- Contienen muchos minerales y vitaminas.
Por todo esto es un alimento saludable de primera categoría que debería de estar en todas las dietas. Eso sí, al cocinarlos acuérdate de eliminar los que están abiertos antes de su cocción, y desecha asimismo los que permanecen cerrados tras ésta.
A la vinagreta, al vapor…. ¿cómo los prefieres?
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