En tu dieta de embarazada, que no falte el pescado

Son muchos los estudios que relacionan los beneficios del pescado con la buena salud de la mujer embarazada y también con la buena salud del futuro bebé. 

No es nada nuevo decir que el pescado es una fuente importante de nutrientes como ácidos grasos omega 3, que se sabe que pueden beneficiar el desarrollo del cerebro y los ojos.

También hemos leído en alguna ocasión que el consumo de dos a tres porciones de pescado en mujeres embarazadas reduce el riesgo de parto prematuro. El mismo estudio concluyó que, en general, las consumidoras de 2 a 3 raciones de pescado por semana eran un 40% menos propensas a tener un parto prematuro que quienes lo hacían menos de una vez al mes.

Ahora, otro estudio viene a confirmar una vez más que el consumo del pescado dentro de una dieta equilibrada ayuda no solo a la salud del bebé, sino también a la propia madre, a la que ayudaría, según una investigación, a reducir los síntomas de ansiedad durante el embarazo.

Así lo hemos podido leer en embarazo.euroresidentes.com donde se hacen eco del hallazgo publicado en la revista Plos ONE, según la cual, tras analizar la alimentación de casi 10.000 mujeres embarazadas se demostró que las mujeres que nunca comían pescado eran un 53% más propensas a tener altos niveles de ansiedad, que las mujeres que comían pescado regularmente.

También se observó que las mujeres embarazadas con una dieta vegetariana eran un 25% más propensa a tener altos niveles de ansiedad que las que comían carne y pescado.

Y es que la ansiedad de las embarazadas no solo influye en el estado de ánimo de la propia mujer sino que además está relacionada con efectos negativos en el desarrollo neurológico de los niños.

Por eso siempre se recomienda a las embarazadas que no dejen de tomar sus dos tres raciones semanales de pescado, entre los que se encuentran, como los más recomendables, el atún, el salmón, las sardinas, los arenques, la caballa, y todos los pescado pequeños además de la dorada, el besugo y la lubina.