Cocer marisco puede parecer sencillo, pero conseguir el punto óptimo tiene su ciencia. Los tiempos de cocción del marisco son uno de los aspectos más importantes para garantizar que cada pieza conserve su textura, sabor y propiedades, pero también suelen generar muchas dudas.
En primer lugar, debemos tener claro que cada tipo de marisco tiene una serie de particularidades que determinarán sus tiempos de cocción. Además, factores como el tamaño o la frescura del marisco también influyen directamente en el resultado final. Incluso la temperatura del agua, la cantidad de sal y el momento en que se incorpora el marisco son aspectos que deben tenerse muy en cuenta. Conocer todos estos detalles es clave para garantizar los mejores resultados y evitar errores comunes, como dejar el marisco demasiado crudo o, peor aún, demasiado hecho.
El marisco ocupa un lugar destacado en nuestra gastronomía y es uno de los productos más apreciados, especialmente en celebraciones y fechas señaladas. Cocer el marisco correctamente no solo potencia su sabor natural, sino que es indispensable para poder disfrutar de sus innumerables beneficios y propiedades.
En este post del blog de Mariskito, un blog la mar de interesante, te contamos cuáles son los tiempos de cocción recomendados para cada tipo de marisco y te damos trucos infalibles para que el marisco te quede siempre perfecto, como a un auténtico chef. Además, en nuestra tienda online puedes comprar el mejor marisco fresco, cuidadosamente seleccionado y al mejor precio. ¡Directamente del mar a tu mesa!
Conocer el tipo de marisco: el primer paso para acertar con los tiempos de cocción
Antes de lanzarnos a cocer marisco, hay un paso fundamental que muchas veces pasamos por alto: conocer bien el tipo de marisco que vamos a preparar. No todos se comportan igual en la olla ni necesitan el mismo tiempo para alcanzar su punto óptimo. Cada especie tiene sus propias características, textura y tamaño, que influyen directamente en sus tiempos de cocción. Por eso, antes de hablar de minutos, el primer paso para conseguir un resultado perfecto es identificar correctamente el tipo de marisco.
Crustáceos
Los crustáceos son los mariscos más reconocibles, gracias a su caparazón duro o cáscara. Dentro de este grupo se encuentran especies tan apreciadas como el bogavante, la langosta, el buey de mar, la nécora, la centolla, las cigalas, las gambas o los langostinos. La mayoría pertenecen a la familia de los decápodos, es decir, cuentan con diez patas.
Su carne es firme y delicada, y un tiempo de cocción exacto es fundamental para que no pierdan jugosidad ni sabor. Cocerlos demasiado puede arruinar su textura, por lo que respetar los tiempos recomendados es clave.
Mariscos de concha
Los mariscos de concha viven adheridos a las rocas o en los fondos marinos enterrados en el sustrato. Dentro de esta categoría encontramos especies tan populares como las almejas, los mejillones, las vieiras, las ostras, las zamburiñas o los berberechos. Se caracterizan por tener una concha dura que se abre fácilmente con el calor y una carne tierna, lo que hace que su tiempo de cocción deba ser más breve.
Cefalópodos
Los cefalópodos, como el pulpo, el calamar o la sepia tienen una carne blanda y de sabor intenso. Requieren una cocción más larga para conseguir una textura tierna y agradable. Cocinarlos demasiado poco los deja duros, y excederse en el tiempo puede volverlos gomosos, así que la precisión es esencial.
Equinodermos
En este grupo se incluyen especies como el erizo de mar, las anémonas o los pepinos de mar, cuya principal característica es la ausencia de brazos diferenciados, adoptando una forma globosa, más o menos aplanada en su eje oral-aboral. Este tipo de marisco suele necesitar un breve tiempo de cocción.
Cantidad de agua y sal para la cocción del marisco
Para conseguir el punto perfecto de sabor y textura en la cocción del marisco, es clave controlar bien la cantidad de agua y sal que vamos a utilizar. Ambos elementos son esenciales para realzar el gusto natural del marisco sin enmascararlo. Como regla general debemos usar agua salada, imitando lo más posible las condiciones del mar.
La proporción de sal puede variar según el tipo y tamaño del marisco, pero lo importante es mantener un equilibrio que potencie su sabor sin excederse. Para orientarte, puedes seguir esta guía:
- Los crustáceos pequeños, como langostinos, gambas o cigalas, necesitan una proporción de sal del 1%. Esto equivale a unos 10 gramos de sal por cada litro de agua.
- Los mariscos de concha, como almejas, mejillones, berberechos y ostras agradecen un punto de sal ligeramente más alto, entre el 1,5% y el 2% (15 a 20 gramos por litro).
- En cambio, los crustáceos grandes, como bogavantes, langostas, bueyes de mar o nécoras, requieren una concentración un poco mayor, del 2% al 3%, es decir, 20 a 30 gramos de sal por litro de agua.
Además, es fundamental que el marisco quede completamente cubierto de agua durante la cocción. Una olla demasiado pequeña o con poca agua puede alterar la temperatura y afectar el resultado final.
Un último consejo: si tienes acceso a agua de mar limpia y filtrada, puedes usarla directamente para preparar un buen marisco, ya que aporta el punto de sal y minerales perfectos. En caso contrario, seguir las anteriores proporciones te garantizará un resultado equilibrado, sabroso y con ese auténtico sabor a mar que todos buscamos.
Cómo cocer el marisco: preparación y trucos
Igual que ocurre con el agua y la sal, hay que calcular bien la cantidad de marisco que se introduce en la olla para evitar que el agua se enfríe demasiado y tarde en recuperar el hervor. Este detalle, que a menudo se pasa por alto, es clave para lograr una cocción uniforme del marisco. Por lo tanto, antes de empezar, asegúrate de que la olla tiene suficiente agua para cubrir por completo el marisco. También debemos tener en cuenta que si se mete demasiada cantidad de golpe, el agua perderá el hervor y el proceso de cocción se verá alterado, lo que puede afectar a su textura.

Consejo: si vas a cocer una gran cantidad de marisco, hazlo por tandas. Así garantizas que el agua mantenga la temperatura ideal y que cada pieza quede en su punto.
El momento exacto en el que se introduce el marisco en la olla también influye en el resultado. Siempre debe añadirse cuando el agua esté hirviendo con fuerza. A partir de ahí, el tiempo de cocción comienza a contarse una vez que el agua vuelva a hervir tras haber incorporado el marisco. Este pequeño detalle marca la diferencia, ya que el tiempo dependerá del tamaño y del tipo de especie.
Cada tipo de marisco necesita también un tiempo de cocción ajustado a su tipo de carne. Si te quedas corto, la textura será demasiado cruda, y si te pasas, se quedará seco y no lo disfrutarás en todo su esplendor.
Tiempos de cocción según el tipo de marisco
A continuación, una guía orientativa para que sepas cuánto tiempo de cocción necesita cada tipo de marisco:
Crustáceos pequeños
Gambas, camarones, quisquillas, langostinos pequeños y cigalas:
- Retíralos en cuanto el agua vuelva a hervir.
- Su cocción es prácticamente instantánea.
Crustáceos medianos
Langostinos grandes, nécoras, cangrejos, carabineros o gambones:
- Deja cocerlos entre 1 y 5 minutos una vez reiniciado el hervor.
- Ajusta el tiempo según el tamaño: cuanto mayor la pieza, más minutos necesitará.
Crustáceos grandes
Buey de mar, bogavante, langosta o centolla:
- Calcula el tiempo en función del peso.
- Como referencia, una pieza de 1 kilo suele necesitar entre 12 y 15 minutos.
Mariscos de concha
Los mariscos de concha, como las almejas, se cuecen rápidamente: bastan 3 o 4 minutos en agua hirviendo para que queden en su punto. En el caso de los berberechos y los mejillones, el tiempo ideal de cocción oscila entre 2 y 5 minutos, según el tamaño y la cantidad que se prepare.
Otros mariscos
En el caso de los erizos de mar, basta con escaldarlos durante 1 o 2 minutos en agua hirviendo con sal para poder abrirlos fácilmente. La parte comestible son las gónadas o corales, que se deben extraer con cuidado y, si se van a usar en recetas como salsas o cremas, es mejor añadirlas al final de la preparación para conservar todo su sabor y textura.
Aunque no se considera marisco en sentido estricto, el pulpo se suele preparar de forma similar. Para un ejemplar de unos 2 kilos, el tiempo ideal de cocción ronda los 25-30 minutos. En cuanto a calamares y sepias, bastan entre 10 y 15 minutos para que queden tiernos.
Tabla de los tiempos de cocción de los principales mariscos
Acertar con los tiempos de cocción del marisco no siempre es sencillo. Por eso te lo ponemos muy fácil con esta tabla con los tiempos orientativos para los principales mariscos: consulta, cocina ¡y disfruta!
TIPO DE MARISCO | GR. SAL POR LITRO DE AGUA | MINUTOS COCCIÓN |
Bígaro | 20 | 7-8 |
Buey mediano | 20 | 15-20 |
Buey grande | 10-20 | 20-25 |
Camarón | 25 | 0.5-1 |
Centolla mediana | 25 | 18-20 |
Centolla grande | 20 | 20-25 |
Cigala mediana | 20 | 1-1.5 |
Cigala grande | 20 | 3-4 |
Gamba | 10-20 | 1-1.5 |
Langosta mediana | 25 | 18-20 |
Langosta grande | 25 | 25-30 |
Langostino mediano | 20 | 1-2 |
Langostino grande | 20 | 2-3 |
Bogavante mediano | 20 | 18-20 |
Nécora mediana | 20 | 5-6 |
Nécora grande | 20 | 7-8 |
Percebe gallego | 10-20 | 0.5-1 |
Enfriado tras la cocción del marisco
Tan importante como respetar los tiempos de cocción del marisco es cortar la cocción a tiempo. Nada de dejarlo reposar en el agua caliente: eso solo haría que se siga cocinando.
Antes de empezar a cocer el marisco, prepara un recipiente grande con agua salada y abundante hielo. En cuanto saques el marisco de la olla, sumérgelo directamente en el agua helada. Déjalo reposar aproximadamente un minuto, después escúrrelo sobre papel absorbente. Este paso ayuda a mantener una textura firme, tersa y muy agradable al paladar.
Si no vas a servir el marisco de inmediato, guárdalo en la nevera cubierto con un paño humedecido en agua salada. Es recomendable consumirlo en pocas horas para disfrutar de su mejor sabor y textura. También es aconsejable dejarlo reposar unos minutos fuera del frigorífico antes de servirlo para que se temple ligeramente.
Otros consejos para la cocción del marisco
Cocer marisco correctamente no solo depende del tiempo o la cantidad de agua y sal. Hay una serie de detalles previos y posteriores a la cocción que también influyen de gran manera en el resultado final. Desde cómo conservar el marisco antes de cocinarlo hasta la manera de realzar su sabor durante la preparación, cada paso cuenta.
Almacenamiento adecuado
Si no vas a cocinar el marisco justo después de comprarlo, es fundamental mantenerlo en las condiciones adecuadas para preservar su frescura. Guárdalo en la parte más fría del frigorífico, preferiblemente cubierto con un paño húmedo para evitar que se seque.

Incluso puedes conservarlo sobre hielo, siempre procurando que no esté en contacto directo con el agua que se genera al derretirse. En el caso del marisco vivo (como nécoras, centollas o bogavantes), lo ideal es mantenerlo en un recipiente cubierto con un trapo húmedo y cocinarlo lo antes posible.
Limpieza y preparación del marisco antes de la cocción
Antes de cocer el marisco, es fundamental dedicar unos minutos a limpiarlo correctamente. Es importante eliminar cuidadosamente cualquier resto de arena o algas que pueda estar adherido a las piezas. Puedes ayudarte con un cepillo para eliminar más fácilmente cualquier impureza.
En el caso de los mariscos de concha, como las almejas, chirlas o mejillones, es recomendable dejarlos en remojo con agua salada durante al menos media hora. Este proceso permite que los mariscos de concha expulsen la arena acumulada en su interior. Si se desea, puede añadirse una pizca de sal gruesa al agua para favorecer la purga.
Aromatizar el agua de cocción del marisco
El agua salada es suficiente para realzar el sabor natural del marisco, pero si quieres darle un toque especial, puedes añadir ingredientes aromáticos. Unas hojas de laurel, unas ramas de perejil o un chorrito de vino blanco aportan matices que realzan su sabor sin enmascararlo. También puedes incluir unos granos de pimienta, rodajas de limón o incluso un diente de ajo. Lo importante es no excederse: el objetivo debe ser complementar, no tapar el sabor del marisco.
La importancia de elegir marisco fresco y de calidad
Los tiempos de cocción del marisco son fundamentales, pero lo que realmente marca la diferencia en el resultado final es comprar marisco fresco y de la mejor calidad. Si el producto no es bueno, por mucho cuidado y atención que pongas al cocerlo, no tendrá ni el sabor ni la textura que te mereces. Hoy en día, comprar marisco online es una opción cómoda, rápida y segura: te ahorra el tiempo de ir al mercado y te permite recibirlo directamente en casa, con la garantía de que llegará fresco y en perfectas condiciones.
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Fuentes: Aesan – Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición / Fundación Española de la Nutrición (FEN) / Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) / Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) / Consellería do Mar – Xunta de Galicia / Directo al paladar