La almeja japónica (Ruditapes philippinarum) es una de las más conocidas en Galicia, junto con la babosa, la fina y la rubia. Comparte hábitat con la almeja fina, vive en fondos arenosos o fangosos, en los que se oculta y se alimenta de seres vivos por filtración de agua. Todas estas variedades de almeja poseen la misma forma ovalada que varían de tamaño y color.
La almeja japónica es un bivalvo de crecimiento rápido y de extraordinaria calidad. Posee unas estrías muy marcadas que forman cuadrículas (mucho más marcadas que la almeja fina). Es la variedad más económica en su especie.
Además de su intenso sabor destaca nutricionalmente por su alto contenido en minerales (hierro, potasio, selenio y calcio) y vitaminas: vitaminas B, especialmente la vitamina B12. Alimento ideal para reforzar nuestro sistema inmunológico y aumentar nuestras defensas. Recomendado para personas que padecen de anemia.
Si se van a cocinar, es recomendable sumergirlas en agua fría con sal durante una hora para que se abran y suelten la arena que tienen en su interior. Se escurren y se lavan bien. Hay que comprobar que están todas vivas. Si alguna tiene las valvas abiertas significa que está muerta.