Cómo conservar mejor los alimentos

Una correcta alimentación depende de lo que comemos, de la manera de cocinar los alimentos y de su conservación. Comprar alimentos frescos para comer de manera inmediata asegura la calidad de esta, siendo una de las mejores formas de comprar, por ejemplo, pescado. Pero no es la única, puesto que hay formas de conservar los alimentos para que podamos comer mejor.

Ante todo, limpieza

Es importante, no solamente limpiar determinados alimentos como las frutas o las verduras antes de comerlos o cocinarlos, sino lavarse las manos antes de tocar los alimentos o de comer por riesgo a poder contaminarlos. De la misma manera se debe tener en cuenta la limpieza de la zona donde se manipulan los alimentos, como pueden ser las superficies de la cocina y otros.

La mejor manera de conservar es en el frigorífico

La nevera sirve para guardar y conservar ciertos alimentos de forma adecuada, pero seguro que no sabemos cómo guardar cada tipo de alimento. Cada zona tiene su temperatura y es indicada para uno u otro alimento, de ello depende que se estropeen con mayor facilidad. Por ejemplo, la carne y el pescado deben estar a temperaturas mucho más frías y justo más cerca del congelador, mientras que los alimentos que ya están cocinados también deberán estar en la parte superior o media.

Días para la conservación

Al contrario de lo que se piensa, algunos alimentos no pueden estar muchos días dentro del frigorífico, pueden ponerse malos y se deterioran. El pescado fresco puede estar en la nevera entre uno y dos días, mientras que la carne cruda o cocida ha de estar en la nevera entre dos y tres días.  Las conservas o los platos cocinados pueden estar cinco días en la nevera.

Cocinar de manera adecuada

Una manera de conservar los alimentos es saber cocinarlos. Algunos alimentos son más especiales que otros, es el caso de la carne, el pescado o el huevo, pues pueden contaminarse de manera más rápida. Para ello, se necesitan cocinar de manera adecuada, con la cocción precisa que les toca y que se suele especificar en cada alimento, pues la carne debe alcanzar al menos el 75% en su cocción.