El redondo de ternera es uno de esos cortes que enamoran por su versatilidad y su sabor auténtico. Procede de la parte alta de la pierna, concretamente de la zona posterior del animal, donde la carne es magra, firme y con una textura uniforme. Esta pieza se caracteriza por su forma cilíndrica y compacta, lo que la convierte en la elección perfecta para asados y preparaciones que requieren cortes limpios y elegantes. Al ser un corte con poca grasa infiltrada, resulta ideal para quienes buscan platos equilibrados y saludables sin renunciar al sabor.
¿Qué lo diferencia de otros cortes?
Comparado con otros cortes como el lomo alto o el solomillo, el redondo ofrece una textura más firme y un sabor menos graso, lo que lo hace perfecto para recetas donde la carne se cocina lentamente y se acompaña de salsas que aporten jugosidad. Mientras que el solomillo es la estrella por su ternura extrema y el lomo destaca por su equilibrio entre grasa y fibra, el redondo se posiciona como el corte ideal para quienes buscan una carne magra que se mantenga consistente tras la cocción. Es también más económico que los cortes premium, sin sacrificar calidad, lo que lo convierte en una opción inteligente para reuniones familiares, celebraciones o comidas del día a día con un toque especial.
El redondo de ternera en tu cocina
En la cocina, el redondo es un auténtico camaleón. Su forma y estructura permiten preparaciones clásicas como el asado al horno, donde se puede marinar previamente con hierbas aromáticas, ajo y aceite de oliva para potenciar su sabor. Una vez sellado en sartén para conservar los jugos, se hornea lentamente hasta alcanzar el punto deseado, logrando una carne tierna y aromática. Otra opción muy popular es la cocción a baja temperatura, que garantiza una textura suave y uniforme, perfecta para cortar en lonchas finas y servir con salsas como vino tinto, mostaza o incluso una reducción de caldo. Además, el redondo es ideal para preparar guisos tradicionales, donde se cocina lentamente junto a verduras y especias, absorbiendo todos los sabores y ofreciendo un resultado jugoso y reconfortante.
Este corte también brilla en preparaciones frías. Tras el asado, se puede dejar enfriar y cortar en lonchas finas para elaborar bocadillos gourmet, ensaladas completas o incluso tablas de carne acompañadas de quesos y encurtidos. Su textura firme permite cortes precisos, lo que lo convierte en una opción excelente para presentaciones elegantes. Para quienes buscan innovar, el redondo admite rellenos creativos: basta con abrir la pieza, incorporar ingredientes como espinacas, jamón, queso o frutos secos, y volver a atar antes de cocinar. El resultado es un plato vistoso y lleno de sabor.
Consejos para cocinar el redondo de ternera
En cuanto a consejos prácticos, es importante recordar que el redondo, al ser magro, necesita una cocción cuidadosa para evitar que quede seco. Por eso, técnicas como el marinado previo, el sellado inicial y el reposo tras la cocción son esenciales. Utilizar un termómetro de cocina ayuda a controlar el punto exacto: unos 55ºC para poco hecho, 65ºC para al punto y 70ºC para bien hecho. Tras sacarlo del horno, dejar reposar la pieza durante 10-15 minutos antes de cortar permite que los jugos se redistribuyan, garantizando una carne más tierna.
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