El rodaballo, una elección premium para los amantes del pescado

La exquisita carne del rodaballo, de textura firme y delicada, convierten a este pescado blanco semigraso en una elección premium para los amantes de la gastronomía. Gracias a su excelente calidad culinaria, y a que es muy fácil de limpiar y cocinar, se presta a multitud de preparaciones. Además, es una fuente rica de ácidos grasos omega-3, muy beneficiosos para la salud cardiovascular, cerebral y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Al ser una opción ligera, suave y muy sabrosa, el rodaballo se ha establecido como uno de los platos estrella para Nochevieja y Reyes.

En Mariskito, tu pescadería online, lo sabemos todo acerca del rodaballo: sus características, cómo y dónde se pesca, sus múltiples propiedades saludables, sus principales denominaciones y sus preparaciones y recetas más deliciosas.

Te lo contamos todo en este post del blog de Mariskito, un blog la mar de interesante.

Características del rodaballo

El rodaballo (Scophtalmus maximus), es un pescado blaco semigraso de la familia de los escoftálmidos. Se caracteriza por tener el cuerpo y cabeza planos y los ojos ubicados en el lado izquierdo de su cuerpo, lo que le permite moverse y observar sobre el lecho marino sin ser detectado. Carece de escamas, pero presenta una serie protuberancias óseas distribuidas irregularmente. Todas estas características contribuyen a su capacidad de mimetizarse con el entorno y acechar a sus presas de manera muy eficiente.

El rodaballo tiene una gran boca y una mandíbula inferior prominente, equipada con dientes pequeños y puntiagudos. Esta estructura dental le permite sujetar a sus presas de una manera muy efectiva. Es un depredador carnívoro cuyo régimen alimenticio varía a lo largo de su desarrollo. En su fase juvenil, el rodaballo se alimenta principalmente de moluscos y crustáceos. A medida que madura, su dieta se vuelve más selectiva y especializada. En su etapa adulta, el rodaballo se alimenta principalmente de peces y cefalópodos (como pulpos y calamares).

Hábitat y pesca

El rodaballo se distribuye por el Atlántico noreste, pasando por el Mar Báltico, el Mar del Norte, el Canal de la Mancha, hasta las costas de Marruecos, incluyendo el Mediterráneo y el Mar Negro. Es un pez demersal, es decir, que vive y se alimenta en el fondo del mar. Habita a profundidades que van desde los 10 hasta los 100 metros, aunque es común encontrar ejemplares de mayor tamaño en profundidades de hasta 150 metros. En sus primeros dos años de vida, el rodaballo prefiere habitar cerca de la costa. A medida que madura, se desplaza a zonas más profundas, en busca de mayor protección y alimento. Solo durante la época de reproducción se acerca de nuevo a la costa.

El rodaballo se captura principalmente mediante métodos como el arrastre, cerco, líneas y anzuelos y redes de enmalle de fondo. También es muy apreciado en la pesca recreativa y submarina. La acuicultura, especialmente en Galicia, ha demostrado ser una fuente sostenible y de alta calidad, que garantiza frescura y sabor, asegurando que este preciado pescado llegue a los consumidores en excelentes condiciones. A pesar de ser alimentado con piensos, el rodaballo cultivado no pierde calidad y es fácilmente distinguible por su tonalidad verdusca más oscura. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, estos ejemplares son una excelente alternativa sostenible, pues su calidad es comparable a la del rodaballo capturado en el mar.

Rodaballo: propiedades y beneficios

Propiedades del rodaballo

El rodaballo, salvaje o de cultivo, no solo destaca por su excepcional sabor, sino también por sus notables valores nutricionales. Su contenido en grasa es sumamente bajo, aportando apenas 100 calorías. Además, es una excelente fuente de proteínas, vitaminas del grupo B y ácidos grasos esenciales, como los omega-3.

El rodaballo no solo es nutritivo en términos de proteínas y grasas saludables, sino que también aporta una gran riqueza de minerales clave como el potasio, el fósforo y el selenio. El potasio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular, además de desempeñar un papel crucial en el equilibrio de líquidos dentro y fuera de las células. Por otro lado, el fósforo es fundamental para la salud de los huesos y dientes, y también está involucrado en procesos energéticos, contribuyendo a la función del sistema nervioso. El selenio, por su parte, es esencial para la creación de enzimas antioxidantes que protegen al cuerpo de los efectos tóxicos de metales pesados y otras sustancias dañinas, lo que resalta la importancia de este mineral en nuestra dieta.

El rodaballo también aporta una cantidad moderada de hierro, un mineral imprescindible para la formación de hemoglobina y mioglobina, componentes que son cruciales para el transporte y almacenamiento de oxígeno en el cuerpo. Esto es especialmente importante para mantener un nivel óptimo de energía y un buen rendimiento físico.

Valores nutricionales

En la siguiente tabla te mostramos los valores nutricionales del rodaballo:

Beneficios del rodaballo

• Fácil digestión: Lo que lo convierte en un alimento perfecto para personas que sufren de problemas digestivos. Su textura suave y la ausencia de espinas lo hacen muy agradable al paladar, facilitando su incorporación en la dieta de niños y personas mayores.

• Ideal para quienes están buscando perder peso: Su bajo contenido calórico y graso, junto con su capacidad para aportar proteínas de alta calidad, lo hacen perfecto para dietas de adelgazamiento o para quienes busquen disfrutar de una alimentación equilibrada y nutritiva sin sacrificar el sabor.

• Sus ácidos grasos omega 3 tienen muchos beneficios para el cerebro: Ya que tienen un papel fundamental en el funcionamiento de las membranas celulares, las células nerviosas y las sinapsis neuronales. Por lo tanto, mejora la memoria y el funcionamiento cerebral. Además, se ha demostrado que una dieta rica en pescado puede prevenir el Alzheimer.

• Es bajo en purinas: Y por lo tanto muy recomendable para aquellos que tienen problemas de ácido úrico elevado en sangre, ya que les permite obtener proteínas de calidad sin que ello agrave su condición.

• Bajo en mercurio: Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el rodaballo es uno de los pescados que menos mercurio contiene. Esto lo convierte en una opción segura para el consumo regular, especialmente para mujeres embarazadas y niños, quienes deben tener especial cuidado con la ingesta de metales pesados.

El rodaballo, un pescado con muchos nombres

Conocido popularmente como rémol, rapante, corujo y escamudo, el rodaballo que podemos encontrar en el mercado se distingue principalmente por su origen. El denominado Gran Sol es el que se pesca en los caladeros del Atlántico Norte, específicamente en aguas de Inglaterra e Irlanda. El rodaballo conocido como «De la ría» es el que se captura en las costas gallegas. Aunque su aspecto es muy parecido al Gran Sol, su tiempo de captura es menor, lo que le confiere una mayor frescura y una piel más brillante. También podemos encontrar otra especie endémica del Mar Negro (Psetta maeotica Pallas), que se asemeja al rodaballo común, aunque presenta manchas negras más marcadas sobre su cara dorsal.

Pero debemos tener cuidado al comprar rodaballo, ya que existen otros pescados que pueden confundirse con él debido a algunas similitudes físicas. Por ejemplo, el rémol (Scophtalmus rhombus) es la especie que más se le asemeja. Podemos diferenciarlo por el color de su cuerpo, que es más oscuro en la cara dorsal y presenta «manchitas blancas» distribuidas de manera irregular. Además, carece de las protuberancias características del rodaballo. Por su parte la solla (Pleuronectes platessa) es fácilmente diferenciable por tener una piel más oscura y surcada de puntos anaranjados bien definidos. En el grupo de productos congelados debemos prestar especial atención, ya que tanto el fletán como el fletán negro pueden ofrecerse ocasionalmente como rodaballo, y, debido a su presentación sin piel, puede llevar a confusión en su identificación.

Cómo conservar el rodaballo

El rodaballo es un pescado delicado que merece especial atención en el momento de su conservación. Para mantener su frescura y sabor óptimos,es necesario colocarlo en la zona más fría de la nevera. Así se conservará en perfecto estado durante un máximo de dos días. Para evitar que el pescado absorba olores de otros alimentos, te recomendamos envolverlo en papel film o almacenarlo en un recipiente hermético.

Si no tienes planeado consumir el rodaballo en los próximos días, debes congelarlo lo antes posible: Lo ideal es congelarlo en el momento en que lo recibas o compres. Esto ayudará a mantener su frescura y propiedades y evita romper la cadena de frío: Es muy importante no sacar y volver a congelar el pescado.

Para descongelar el rodaballo, pásalo del congelador a la nevera y déjalo durante unas horas. Este método es menos agresivo para el pescado, ya que evita que pierda su jugosidad. Una vez esté casi descongelado, puedes dejarlo a temperatura ambiente, pero solo por un tiempo breve.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar del rodaballo en las mejores condiciones, tanto si prefieres mantenerlo fresco por unos días o congelarlo.

Cómo cocinar el rodaballo

El rodaballo es un pescado muy valorado en la alta cocina gracias a su textura firme y suave, su delicado sabor y la casi total ausencia de espinas. Estas características lo convierten en una opción perfecta para múltiples preparaciones que realzan sus cualidades naturales. Debido a la gran calidad de su carne, el rodaballo encuentra en la sencillez su máxima expresión

Una de las formas más saludables de preparar el rodaballo es al vapor, un método que mantiene intactos sus sabores naturales y su textura. Para potenciar su sabor, puedes añadir al agua romero o laurel y un poco de limón. Apunta esta forma de cocinarlo, te ayudará a sobrellevar los posibles excesos navideños.

El rodaballo al horno es un plato base de la dieta mediterránea. Puedes prepararlo con hierbas frescas, ajo y un toque de vino blanco, o bien añadir vegetales que acompañen su sabor, como pimientos, calabacín o espárragos. Al cocinarlo de esta forma, es recomendable envolverlo en papel de aluminio para concentrar sus jugos y evitar que se reseque.

Otra técnica que respeta su jugosidad y textura es cocinarlo al papillote, ya que permite que el rodaballo se cocine en su propio vapor, reteniendo sus jugos y propiedades nutricionales. Puedes añadirle finas hierbas, rodajas de limón o verduras en juliana para darle un toque fresco y aromático.

El rodaballo también se adapta bien a guisos, especialmente con ingredientes que realzan su sabor y lo complementan, como champiñones, patatas y un fondo de vino blanco o caldo de pescado. Los guisos de rodaballo son ideales para ocasiones en las que busques un plato reconfortante y lleno de sabor.

Desde Mariskito te proponemos otras recetas tan deliciosas como rodaballo con ratatouille y tomate frito, a la plancha con puré de patata disfrazado o con escamas de patata y panada verde.

Autor: mariskito.com