El pargo es un pescado de roca similar al besugo, ya que ambos pertenecen a la familia de los Sparidae. En España se le conoce por diferentes nombres en función de la zona. Además de pargo, lo puede encontrar como Bocinegro, Mazote, Urta o Rubiel. La forma de su cuerpo es ovalada, con un hocico corto y una dentadura con caninos muy desarrollados.
El pargo salvaje suele vivir en el litoral, entre 20 y 40 metros de profundidad, aunque en invierno suele alejarse a aguas más profundas. Es un pez hermafrodita, es decir, los ejemplares adultos son en primer lugar hembras y con la edad se convierten en machos. Su alimentación es a base de camarones, nécoras y percebes, lo que le da a este pescado un sabor particular con un cierto toque a marisco.
Además, es una gran fuente de nutrientes saludables gracias a su gran aporte de vitaminas, proteínas, fósforo y potasio. Te dejamos una pequeña ficha para que puedas comprobar todos los beneficios que te aporta un pescado tan rico y saludable.
Nutriente: Cantidad por 100g
Energía (Calorías): 100 kcal
Proteínas: 20,51 g
Grasas Totales: 1,34 g
Colesterol: 37 mg
Sodio: 64 mg
Potasio: 417 mg
Fósforo: 198 mg
Vitamina A: 106 UI
Vitamina B-9 (Ácido fólico): 5 µg
Vitamina B-12: 3,00 µg
En Mariskito somos la mar de profesionales y preparamos el pargo como lo necesites: entero, abierto a la espalda, en lomos… Es un pescado ideal para cocinar entero, ya que la cabeza y la espina aportan una gran jugosidad y sabor a la carne.
Cuando lo preparamos en lomos es un pescado que merma bastante, por lo que de un pargo de 1 Kg saldrán dos lomos de unos 250 gr. cada uno. Por eso nuestra recomendación es pedirlo entero o abierto a la espalda para disfrutar de todo su sabor.
Conservar el pargo es muy sencillo, ya que solo tienes que mantenerlo refrigerado en la nevera entre 0º y 4ºC. Nuestra recomendación es que lo comas la mar de fresco, es decir, cuanto antes lo consumas mejor será su sabor y mayores serán sus propiedades. No obstante, puedes congelarlo al recibirlo y cocinarlo cuando quieras.
En Mariskito nos encanta cocinar el pargo al horno. Es la elaboración más típica para este pescado y, aunque no es tan conocido, nada tiene que envidiar a otros pescados ideales para el horno como pueden ser la lubina, la dorada o, su primo hermano, el besugo.
Pero si te apetece cambiar de receta, el sabor y la jugosidad del pargo también es excelente para freír a la romana, pasar por la plancha, el grill o la brasa, o para cocinar un buen guiso marinero. Su espectacular sabor con toques de marisco te sorprenderá sea cual sea tu manera de cocinarlo.
Si aún tienes dudas, te dejamos un par de ideas para inspirarte:
Pargo al horno sobre cama de patatas
Pargo a la sal con salsa verde y ensalada
Pargo a la brasa con verduras