Más beneficios del Omega 3 de los pescados

Nuevos estudios ofrecen más beneficios para el Omega 3, el ácido graso que se encuentra en los pescados. Según una nueva investigación de la Universidad de Harvard en Boston (Estados Unidos), dar dosis diarias durante varios meses (unos seis, aproximadamente) de Omega 3 a aquellos pacientes que han sufrido un ataque cardíaco mejora la función del corazón.

Anteriormente ya se estableció que este ácido graso mejoraba la supervivencia en los pacientes que habían sufrido un ataque al corazón, por lo que esta nueva investigación se ha centrado en desarrollar más este concepto. Las conclusiones fueron que la insuficiencia cardiaca sigue siendo un problema importante tras tener un ataque al corazón, y los ácidos gramos omega-3 son una terapia segura y eficaz en la mejora del corazón y su recuperación de tales circunstancias.

Según estos científicos, los ácidos grasos permiten que el corazón se contraiga mejor y reduce la fibrosis en la región que no está dañado. Ello junto a una reducción en biomarcadores para la inflamación.

Como vemos, el Omega 3 ofrece siempre beneficios para el organismo, tanto para la prevención de enfermedades como para la recuperación de estas o bien para la mente, al desarrollarla mucho mejor. Además, se ha demostrado que estos ácidos sirven como sustitutivos de otros alimentos al ofrecer funciones protectores cardioprotectores cuando los animales de experimentación presentan factores de riesgo cardiovascular.

Lo encontramos en el pescado

Los pescados, con preferencia de los azules, son los alimentos que llevan mayor cantidad de ácido graso Omega 3. Así, ciertos pescados, como pueden ser el salmón, la trucha, las sardinas o las anchoas son los que tienen cantidades más altas de estos ácidos grasos. Pero no son los únicos beneficios que dan los pescados. Contienen una gran cantidad de minerales y vitaminas.

En los frutos secos

Hay otros alimentos que presentan Omega 3. Por ejemplo, el ácido alfa-linolénico (ALA) es el ácido graso de origen vegetal que encontramos en las nueces, y otros frutos secos. Siendo estos también buenos alimentos para hacer frente a los riesgos de padecer enfermedades coronarias.