El mero, sus características y propiedades

El mero, sus características y propiedades

El mero, también conocido como cherna, es uno de los pescados blancos más valorados y apreciados en la cocina mundial. No es de extrañar su deliciosa carne, firme pero delicada, tiene un sabor suave y único que lo convierte en una auténtica joya del mar. Pero el mero no solo destaca por sus cualidades gastronómicas, también por sus características y propiedades nutricionales.

En este post del blog de mariskito, un blog la mar de interesante, te lo contaremos todo sobre las propiedades y características que hacen del mero un verdadero tesoro marino. Además, en nuestra tienda puedes comprar mero online, cuidadosamente seleccionado y al mejor precio. ¡Directamente del mar a tu mesa! Te recordamos que la época óptima de pesca del mero se extiende de febrero a septiembre, siendo mayo uno de los mejores meses para comprar mero fresco.

Características del mero, el señor de las rocas

El mero (Epinephelus marginatus), también denominado cherna, garopa o mero amarillo, es una de las especies más emblemáticas de los fondos marinos del Mediterráneo y del Atlántico. Pertenece a la subfamilia Epinephelinae, que agrupa a varias especies de gran valor gastronómico y biológico. En nuestro país, es uno de los pescados más consumidos y apreciados por la excelente calidad de su carne. Muy rico en proteínas de alta calidad y bajo en grasas, es un alimento perfecto para quienes buscan seguir una dieta sana y equilibrada.

Desde la época del Imperio romano, donde ya era protagonista en grandes banquetes, hasta la Edad Media, cuando formaba parte de los festines reales, el mero ha mantenido su reputación como un pescado noble y exquisito. Tanto es así que el mero ya se menciona en antiguos tratados gastronómicos, como el Arte Cisoria del siglo XV, donde se lo reconoce como parte importante de la más alta cocina.

Morfología y apariencia

El mero presenta un cuerpo robusto, ovalado y muy aplanado lateralmente. Su cabeza es grande y su boca aún más, con una mandíbula inferior prominente y una dentadura formada por pequeños dientes cónicos. Esta estructura le permite ejercer una fortísima succión para atrapar a sus presas.

El mero (Epinephelus marginatus)
El mero (Epinephelus marginatus)

Su piel es dura y no comestible, al igual que sus escamas. En cuanto a su coloración, predominan los tonos oscuros, que varían entre el verde y el marrón, con manchas más claras que pueden ser amarillentas, blanquecinas o verdosas. La zona inferior del cuerpo suele tener un tono más claro, y la aleta dorsal, dividida entre parte espinosa y blanda, luce un borde anaranjado muy característico.

Hábitat y distribución

El mero salvaje habita en aguas templadas y tropicales. Prefiere los fondos rocosos, donde puede encontrar cuevas y grietas para refugiarse. Se distribuye principalmente por el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, y también se encuentra en algunas zonas del océano Índico. Suele vivir a profundidades que oscilan entre los 10 y 50 metros, aunque se han encontrado ejemplares a más de 150 metros.

Comportamiento y alimentación

Es una especie solitaria y territorial, que permanece en una misma zona durante largos periodos. Su comportamiento es sigiloso y reservado, lo que le permite pasar desapercibido ante depredadores y posibles amenazas. La dieta del mero está compuesta principalmente por cangrejos, pulpos, sepias y otros invertebrados. Utiliza su potente mandíbula para capturarlos mediante succión, demostrando ser un cazador muy agresivo y eficiente.

Longevidad y reproducción

El mero salvaje es un pez longevo, capaz de vivir entre 40 y 50 años, y en algunos casos más de 60. Puede alcanzar un tamaño considerable de más de metro y medio de longitud, sobre todo los machos.

En cuanto a su reproducción, es un hermafrodita proterogínico, es decir, nace como hembra y, alrededor de los 12 años, puede transformarse en macho. El apareamiento tiene lugar en verano, cuando las hembras se acercan al territorio de los machos para procrear.

Pesca y conservación

Tradicionalmente, el mero ha sido muy apreciado en la pesca deportiva y submarina por su tamaño y fuerza. Sin embargo, debido a la sobreexplotación y a su lento crecimiento, en la actualidad es una especie protegida en amplias zonas.

Se captura principalmente entre febrero y septiembre, mediante técnicas como el palangre de fondo, las líneas de mano y las nasas de gran tamaño. La regulación de su pesca es fundamental para garantizar la supervivencia de esta especie en el medio marino.

Propiedades del mero, un pescado blanco muy rico en omega-3

El mero es mucho más que un pescado blanco de sabor exquisito. Detrás de su textura firme y delicada se esconde un auténtico tesoro alimenticio, ideal para una dieta sana, equilibrada y rica en nutrientes esenciales.

El mero tiene proteínas de alta calidad

Una de las principales propiedades del mero es su alto contenido en proteínas de alto valor biológico, que contienen infinidad de aminoácidos esenciales. Estas proteínas son fundamentales para la reparación de tejidos, el desarrollo muscular y el correcto funcionamiento del organismo. Por ello, el mero es un alimento muy recomendado para deportistas, personas activas y en procesos de recuperación física.

Es bajo en grasas y calorías

El mero es un pescado con muy bajo aporte de grasas y calorías, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes desean mantener un peso saludable o siguen dietas hipocalóricas. Es saciante, nutritivo y ligero, ideal para incluir en menús equilibrados sin renunciar al sabor.

El mero es fuente de omega-3

El mero contiene una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, muy recomendados por sus efectos beneficiosos para la salud cardiovascular. Estos lípidos tan saludables ayudan a:

  • Reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre
  • Mejorar la circulación sanguínea
  • Prevenir la formación de coágulos
  • Disminuir la inflamación en el organismo

Además, los omega-3 también contribuyen al buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, por lo que son claves en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. 

Aporta numerosos minerales

El mero es una fuente natural de minerales esenciales, como:

  • El selenio, que actúa como antioxidante, ayudando a proteger las células del daño oxidativo.
  • El fósforo, que es fundamental para el mantenimiento de huesos y dientes fuertes, así como para el correcto funcionamiento celular.
  • El yodo, que contribuye al buen funcionamiento de la glándula tiroides, regulando el metabolismo y previniendo alteraciones hormonales.

El mero es rico en vitaminas del grupo B, especialmente B12

Entre las vitaminas que aporta el mero, destacan especialmente las del grupo B, en particular la vitamina B12. Una ración puede cubrir más del 100% de las necesidades diarias de esta vitamina, esencial para:

  • La formación de glóbulos rojos
  • El correcto funcionamiento del sistema nervioso
  • El fortalecimiento del sistema inmunológico

Además, este tipo de vitaminas también son clave para mantener la energía, mejorar el rendimiento mental y prevenir problemas como la anemia.

¿Cómo preparar mero para que quede saludable y delicioso?

El mero es un pescado muy versátil en la cocina, por lo que es muy sencillo cocinar mero sin poner en riesgo sus propiedades nutricionales y aprovechando todo su delicioso sabor característico. Una de las maneras más recomendables es al horno, una técnica tradicional que permite conservar todos sus nutrientes sin necesidad de añadir grasas en exceso. Puedes cocinarlo con una base de patatas y verduras como cebolla, pimientos y calabacín, y añadir un toque de aceite de oliva virgen extra con ajo y perejil picado para realzar su sabor.

Otra opción excelente es hacerlo a la plancha o a la parrilla, ideal para quienes desean una preparación rápida y ligera. Estos métodos permiten mantener la jugosidad del mero, especialmente si se cocina con la piel para evitar que se reseque. Un toque de limón y unas hierbas frescas bastan para potenciar su sabor natural.

El mero también es perfecto para guisos o caldos marineros, ya que su carne absorbe los aromas del sofrito y el caldo, dando como resultado platos reconfortantes y llenos de sabor. En algunas zonas costeras es común encontrarlo en sopas de pescado o zarzuelas.

Si buscas algo más original, el ceviche de mero es una alternativa refrescante que está ganando gran popularidad, ideal para los meses más calurosos. Solo necesitas marinarlo con lima, cebolla morada, cilantro y ajo para obtener un plato lleno de frescura y nutrientes.

Y para los más exigentes, una receta gourmet como el mero a la parrilla con germinados y risotto de gambas es una apuesta segura: elegante, equilibrada y absolutamente deliciosa.

¿Cómo comprar mero fresco?

Es fundamental que el mero sea fresco para poder disfrutar al máximo de su sabor, textura y propiedades nutricionales. Elegir un ejemplar de calidad en el momento de la compra marcará la diferencia en tus platos y garantizará que aproveches todos sus beneficios para la salud. Aunque a simple vista todos los pescados puedan parecer similares, existen varios detalles clave que te ayudarán a identificar un mero fresco y en buen estado.

Cherna, garopa o mero amarillo
Cherna, garopa o mero amarillo

Uno de los primeros elementos a observar son los ojos del pescado. Deben ser saltones, limpios y brillantes, no hundidos ni opacos. Esta es una de las señales más evidentes de frescura y calidad. Si los ojos del mero están planos o vidriosos, es mejor descartarlo.

También es importante fijarse en el color de la piel y las escamas. El mero fresco muestra colores intensos y definidos, especialmente en la zona de la cola, que debe tener un tono oscuro y vibrante. Las escamas deben estar fuertemente adheridas al cuerpo, con un aspecto brillante. Si se desprenden con facilidad, es señal de que el pescado lleva tiempo fuera del agua.

El cuerpo del mero debe sentirse firme al tacto, sin deshacerse o presentar una textura blanda. Presiona ligeramente con el dedo: si la carne vuelve a su forma original, estás ante un mero fresco.

Otro punto crucial son las agallas. Estas deben mostrar un color rojo vivo o rosado intenso, indicando que el pescado ha sido capturado recientemente. Si las agallas están pálidas o marrones, lo más probable es que el mero no esté en buen estado.

Pero sin duda, para garantizar la mejor calidad, una excelente opción es comprar pescado y marisco online, ya que de este modo recibirás los mejores productos del mar directamente en tu hogar, en menos de 24 horas, con todas sus propiedades intactas.

Otros pescados similares al mero

Del mar, el mero; de la tierra, el cordero. Es cierto, el mero es uno de esos pescados que, una vez lo pruebas, cuesta olvidar. Su carne firme, jugosa y con un sabor delicado lo han convertido en todo un referente en la cocina atlántica y mediterránea. Pero también es cierto que, en algunos momentos, el precio del mero fresco puede ser elevado. ¿La razón? Es un pescado muy codiciado, con una reproducción lenta y una pesca regulada, lo que hace que, a veces, su demanda sea mayor que su disponibilidad. Por suerte, hay otros pescados que, aunque no sean exactamente iguales, comparten muchas de sus propiedades y beneficios.

Uno de los más conocidos es la lubina. Este pescado blanco tiene una carne firme y un sabor suave que recuerda al del mero. Se puede preparar de mil formas: al horno con patatas y cebolla, a la parrilla con un chorrito de limón, o incluso a la sal. Es ligera, saludable y combina genial con aliños sencillos como ajo, perejil o aceite de oliva virgen extra. Además, gracias a su crianza en acuicultura, puedes comprar lubina durante todo el año.

Otra opción estupenda es comprar dorada. Tiene una carne tierna y jugosa, similar a la del mero, que aguanta muy bien diferentes tipos de cocinado. Al horno queda espectacular, pero también puedes prepararla a la plancha o incluso al vapor si buscas una receta más ligera. La acuicultura también permite que este pescado blanco esté disponible durante todo el año, asegurando una oferta constante y una inmejorable relación calidad-precio.

Tanto la lubina como la dorada aportan beneficios nutricionales similares a los del mero: son pescados blancos bajos en grasa, ricos en proteínas de alta calidad y contienen vitaminas y minerales esenciales para el organismo. Así que ya lo sabes: ¡lo tienen todo!

Autor: mariskito.com

Fuentes: Fundación Española de la Nutrición (FEN) / Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) / Consellería do Mar – Xunta de Galicia / Fundación Española del Corazón (FEC) / Real Academia de Gastronomía

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