La Navidad es sinónimo de celebraciones, reuniones familiares y, en muchas ocasiones, excesos. Los grandes banquetes, los dulces típicos como el turrón, los polvorones o el roscón de Reyes, y los brindis forman parte de las tradiciones que tanto disfrutamos. Sin embargo, cuando las luces se apagan y estas fiestas llegan a su fin, es habitual sentir las consecuencias de esos pequeños (o grandes) excesos navideños, sobre todo en lo que a nuestra alimentación se refiere. Lejos de arrepentirnos de lo vivido, el comienzo del año nos brinda una oportunidad perfecta para recuperar el equilibrio. Enero es el momento ideal para reflexionar, retomar hábitos saludables y reconciliarnos con una rutina que favorezca tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente.
En Mariskito, tu pescadería online, sabemos que no se trata de caer en dietas restrictivas ni de saltarse comidas para intentar compensar los excesos navideños, sino de aprovechar esta nueva etapa con motivación y enfoque. En este post del blog de Mariskito, un blog la mar de interesante, te contamos unos sencillos consejos prácticos para ayudarte a recuperarte de los excesos navideños y a dar el primer paso hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado.
Cuida lo que comes: alimentos saludables tras los excesos navideños
Después de las navidades, es muy probable que todavía tengamos en casa restos de comidas y dulces típicos. Lo mejor que podemos hacer es deshacernos de ellos para evitar caer en la tentación. Recuperar nuestra rutina alimentaria pasa por rodearnos de opciones más saludables y equilibradas.
Para empezar, es fundamental optar por alimentos que favorezcan la recuperación de nuestro cuerpo. Los cereales integrales, como la pasta o el arroz integral, son una excelente fuente de energía sostenida y fibra. Acompáñalos con una buena cantidad de frutas y verduras frescas, que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales. En cuanto a las proteínas, prioriza aquellas de origen vegetal, como las de las legumbres, o las de los pescados de temporada y carnes magras, que son más fáciles de digerir y menos pesadas para el organismo.
Los alimentos ricos en Omega 3 también son muy importantes, ya que contribuyen a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y favorecen el buen funcionamiento del corazón. Entre las más valiosas fuentes de este beneficioso ácido graso se encuentran los pescados como la caballa, el atún, y el salmón, que no solo son deliciosos, sino también altamente nutritivos.
Para aprovechar al máximo sus beneficios, es preferible cocinarlos de forma sencilla, evitando añadir grasas o salsas que puedan restarles valor nutricional. Métodos como el vapor, el horno o la plancha son ideales para preservar sus propiedades y disfrutar de todo su sabor natural. Por ejemplo, el salmón al horno con verduras es una de las recetas más saludables para recuperarnos de los excesos navideños.
Recuerda: volver a una alimentación equilibrada después de las fiestas no significa renunciar al placer de comer, sino hacer elecciones conscientes que nos ayuden a sentirnos mejor física y mentalmente. Un buen comienzo puede marcar la diferencia para afrontar el año con más vitalidad y salud.
Mantén una buena hidratación
Los excesos en alimentos ricos en sal, azúcar y el consumo de alcohol suelen provocar retención de líquidos y deshidratación. Por eso, uno de los primeros pasos para recuperar el equilibrio es beber diariamente la cantidad de agua necesaria. No solo te ayudará a mantener el cuerpo bien hidratado, sino que también contribuye a eliminar toxinas acumuladas, reducir la hinchazón y reactivar el metabolismo. Además, la sensación de saciedad que proporciona el agua puede ser un gran aliado para evitar el picoteo innecesario entre comidas.
Las infusiones también juegan un papel importante. Opciones como el té verde, la manzanilla o el jengibre son ideales no solo para mejorar la digestión, sino también para aportar antioxidantes y calmar el sistema digestivo tras las comidas copiosas de las últimas semanas. Estas bebidas, además de hidratantes, tienen propiedades que ayudan a combatir la retención de líquidos y favorecen la eliminación de toxinas del organismo.
Recupera tus horarios y rutinas
Las fiestas navideñas suelen alterar nuestros horarios habituales, con comidas y cenas a deshoras que pueden alterar tanto el metabolismo como los ritmos circadianos. Una vez finalizadas las celebraciones, es fundamental regresar lo antes posible a una rutina regular que permita restablecer el equilibrio de nuestro cuerpo.
El primer paso para lograrlo es retomar horarios fijos de las comidas principales. Esto no solo ayuda a reactivar el metabolismo, sino que también evita el picoteo desordenado entre horas, que muchas veces es el causante de un consumo excesivo de calorías. Además, es importante no saltarse ninguna comida con la intención de compensar los excesos de los días anteriores, ya que puede aumentar la ansiedad por comer en exceso más adelante.
Un desayuno nutritivo y balanceado es clave para empezar el día con energía y evitar atracones a lo largo de la jornada. Incluye en tu desayuno una combinación de proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables para mantenerte saciado durante más tiempo y favorecer un buen rendimiento físico y mental.
Actívate después de los excesos navideños haciendo ejercicio
La actividad física no solo ayuda a quemar las calorías acumuladas, sino que también estimula el sistema digestivo, mejora la circulación y libera endorfinas, que contribuyen a mejorar el estado de ánimo y combatir la fatiga post-fiestas. Lo ideal es comenzar con actividades suaves y gradualmente aumentar la intensidad. Caminatas diarias, sesiones de yoga, natación o paseos en bicicleta son opciones perfectas, ya que ayudan a reactivar el cuerpo sin someterlo a un estrés excesivo.
A medida que recuperes tu energía y forma física, puedes incluir ejercicios más exigentes, como correr, realizar entrenamientos de fuerza o practicar deportes que te motiven. Lo importante es mantener la constancia y elegir actividades que disfrutes, para que el ejercicio se convierta en un hábito sostenible en el tiempo. Además, la actividad física regular también fomenta otros hábitos saludables. Al mantenerte activo, es más probable que sientas la necesidad de hidratarte correctamente y de optar por alimentos saludables que nutran y fortalezcan tu organismo.
Descansa lo suficiente
Para recuperarte completamente de los excesos de estas fechas, es muy importante tener un descanso de calidad y establecer una rutina de sueño correcta. Intenta seguir horarios regulares, acostándote y levantándote siempre a la misma hora, incluso los fines de semana. Este hábito favorece el equilibrio de los ritmos circadianos, mejorando la calidad del sueño y ayudando a restablecer el equilibrio general del organismo.
Dormir, como mínimo, entre 7 y 8 horas diarias permite al cuerpo regenerarse y recuperar la energía necesaria para afrontar el día. Para facilitar un descanso reparador, crea un ambiente tranquilo antes de dormir: evita las pantallas digitales al menos una hora antes de acostarte y opta por actividades relajantes como leer o meditar.
Como puedes comprobar, recuperarse tras los excesos navideños no implica seguir dietas estrictas ni hacer grandes sacrificios. Simplemente se trata de seguir unos sencillos hábitos saludables en nuestra alimentación y rutinas diarias. La clave está en la constancia, la paciencia y, sobre todo, en priorizar el autocuidado.