Los días son más largos, el sol empieza a quemar y abandonamos el frío por un tiempo. La primavera llega y con ello necesitamos un cambio en los hábitos alimenticios. Comer aquellas comidas frescas y nutritivas se impone para que estemos igualmente sanos en estos meses previos al verano.
Desayunos variados y abundantes
En esta época podemos sentirnos algo más decaídos y, a la vez, estar más llenos con menos comida. Por lo que se recomienda desayunar de manera abundante, a base de cereales, leche, pavo, fruta y galletas, entre otros alimentos.
Las frutas de primavera
Con el buen tiempo, apetece comer fresco y sano. Las frutas de temporada son los mejores aliados para nutrirnos correctamente e hidratarnos cuando sea necesario. En primavera, algunas de las mejores frutas son los fresones, las nectarinas, las naranjas y las peras, además de los melones que ya empiezan a encontrarse en las fruterías.
Las ensaladas con marisco
No hay mejor manera que comer marisco junto al mar. Y con el buen tiempo, las ensaladas con marisco son la mejor opción como plato único al contener las proteínas suficientes. Un bogavante a la parrilla ahumado con aceite de romero es una de las mejores recetas para la primavera.
Pescado fresco
El pescado debe comerse durante todas las estaciones del año. La ventaja es que el pescado fresco es óptimo para comer varias veces a la semana. Como en primavera es mejor no hacer cenas copiosas, podemos degustar un rico atún o un salmón con pasta o bien a la plancha con verduras para comer o cenar. Además, el pescado y el marisco no pueden faltar en una dieta anti-fatiga.
Sopas y cremas frescas
Hay muchas maneras de comer legumbres y verduras, y en días soleados debemos reponer fuerzas con mayores nutrientes y minerales. Podemos hacer ricas cremas y sopas frías, estarán buenísimas como plato principal o único. Es ideal regarlas con aceite de oliva, un poco de queso rallado y especias para dar mucho más sabor.
Pasta y cereales
Son alimentos básicos que adquieren importancia en esta estación del año. La pasta puede ser ahora fresca, fría, en forma de ensalada, con trozos de sardina o caballa, más caliente, con salsa de tomate casero… El cuerpo pide proteínas y una buena dieta para no decaer en meses donde necesitamos más energía.