Acabado el colegio, los niños pasarán más tiempo en casa y deben seguir una alimentación adecuada y adaptada a los meses de verano. Para ello, es importante inculcarles unos hábitos diarios alimenticios que se deberán cumplir para asegurarles los nutrientes necesarios. Alimentarse correctamente es clave para estar saludable a todas las edades.
Los niños deben incrementar el consumo de agua
El agua es vital durante todo el año, pero en verano mucho más. Si estamos en la playa o la montaña y a pleno sol, los niños deberán beber pequeños sorbos de agua aunque no tengan sed a fin de no deshidratarse. Por lo que también se recomiendan otras bebidas y alimentos ricos en agua para que el niño esté hidratado durante todo el día.
Evitar el picoteo
Es normal que en una época donde nos podemos saltar horarios, los niños tiendan a picotear. No debe ser una práctica diaria, de manera que podemos sustituir las chocolatinas y las patatas por zumos y pedazos pequeños de frutas.
Comidas ligeras
En general, por el calor, los niños tendrán menos hambre. Los médicos recomiendan las comidas más ligeras, sobre todo las cenas, siendo el desayuno más abundante para afrontar mejor el día.
Los niños deben seguir una rutina fijada
Aunque podemos saltarnos alguna comida, cenar más tarde y retrasar las horas de dormir, es importante fijar una rutina alimenticia. Seguir unas horas más o menos iguales y, a partir de finales de agosto, volver a la rutina ya establecida en septiembre, cuando toca ir al colegio de nuevo.
Cremas, batidos, zumos…
Durante esta época del año, podemos aprovechar el calor y el sol para introducir ciertos alimentos que el niño no suele comer durante el año, a través de cremas y sopas frías. Puede ser que así le entre mejor y que el niño se acostumbre al sabor de aquel alimento, que luego puede comer de otras maneras.
Para ello podemos hacer uso de las cremas de verduras frías, las sopas de pescado y las frutas en forma de batidos. Los zumos de frutas también son aptos para el verano. Es mejor tomar zumos naturales que comer productos altos en grasa, como las patatas de bolsa, las chucherías o los «ganchitos».
Siempre pescado
Aunque tienen menos hambre, en verano se mueven mucho más, por lo que los pequeños también necesitan un gran aporte de vitaminas en comidas y cenas. En este caso, podemos darles de comer pescado varias veces al día. Está buenísimo, es sano y cuenta con las vitaminas necesarias que asegurarán su crecimiento en la época estival. ¿Sabías que el pescado incremente el coeficiente intelectual de los niños?
Variedad de alimentos para los niños
En realidad se trata de seguir llevando una dieta baja en grasa y con variedad de alimentos, también, en esta época. Si tienes dudas, siempre puedes acudir a tu médico y pediatra para que establezca aquellos alimentos que necesita tu hijo. La dieta mediterránea y la atlántica son una buena base de referencia para la alimentación infantil.