España siempre ha sido uno de los países que se toma de ejemplo para conocer las pautas de salud. Por todos es sabido que las dietas mediterránea y atlántica son unas de las más sanas precisamente debido al consumo de productos frescos de una forma más pronunciada que en otros lugares.
El pescado y el marisco también guardan un papel importante en nuestra dieta y, por eso, son muchos los que nos tomaban de ejemplo. Ahora bien, ¿cuáles son las diferencias entre la archiconocida dieta mediterránea y la dieta atlántica?
¿Qué diferencias hay entre la dieta mediterránea y la dieta atlántica?
Seguro que has escuchado en infinidad de ocasiones cuáles son las claves de la dieta mediterránea: la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, como es el arroz o la pasta (a ser posible en su versión integral), alta cantidad de frutas, verduras y legumbres e inclusión de una grasa de calidad, como es el aceite de oliva.
Además de aportar todos los macronutrientes necesarios, esta dieta incluye gran cantidad de minerales, antioxidantes, fibra y ácidos grasos poliinsaturados. Y, por tratarse de una dieta enmarcada dentro de la cuenca mediterránea, se consume pescado con frecuencia, al igual que la carne.
En cuanto a la dieta atlántica, cuyo origen está en Galicia, cada vez hay más personas intentando imitarla. La diferencia fundamental en este caso es que el porcentaje de carbohidratos que consumirás en ella disminuye notablemente y se incrementa el consumo de proteína de alta calidad.
Al tratarse de una dieta cuyo origen está en Galicia, podrás imaginarte que el consumo está bastante ligado al pescado y marisco. Estos dos productos frescos son más interesantes que las carnes para aumentar el consumo de proteína, pues también tienen grasas insaturadas muy beneficiosas y su aporte calórico es menor.
Más datos sobre la dieta atlántica.
Otros datos que queremos que conozcas de la dieta atlántica es que también se consume más carne roja, pero en menor proporción de aumento que el consumo de pescado. El pan suele ser integral y las patatas son un acompañamiento muy frecuente, aunque suelen utilizarse siempre en su versión más saludable: cocidas.
Apenas existen fritos y el aceite de oliva se destina al aliño de verduras en crudo. ¿Otra de las claves? La alta ingesta de líquidos y de lácteos, con propiedades beneficiosas como es el caso de los fermentados.
Como has podido ver, la salud está de enhorabuena si hablamos de estas dos dietas. La principal diferencia entre ambas tiene que ver con el consumo en carbohidratos y proteínas. En la dieta mediterránea consumirás más cereales, mientras que en la atlántica las proteínas tendrán mayor importancia.
En cualquier caso, ambas son idóneas si lo que quieres es prevenir cualquier catarro o enfermedad crónica en el futuro.