En Galicia estamos bastante familiarizados con las artes de pesca, el mar, las embarcaciones y la profesión de marinero. Sin embargo, eso no quiere decir que no nos sigan sorprendiendo, más bien al contrario: a medida que profundizamos más en el mundo del mar, más admiración nos despierta. Entre todos esos oficios relacionados con el mar, uno de los más tradicionales y espectaculares es el de los percebeiros.
No resulta fácil coger los mejores ejemplares de percebes, ya que estos se encuentran en las zonas más expuestas al oleaje, que impacta sin previo aviso contra los acantilados mientras los percebeiros están concentrados en las labores de extracción. Una cuerda atada a su cintura es la única manera que tienen de escapar de esas olas que les acechan durante el tiempo de faena. Precisamente los percebes que han sido capturados en las costas gallegas son, sin duda, de mejor calidad que las partidas procedentes de otros países como Canadá, Marruecos o Portugal y se debe, porque no decirlo, a la riqueza nutritiva de estas aguas.
Hace poco rememorábamos el corto «Percebeiros» realizado por David Beriain en el que explica sin ningún artificio y de manera íntima cómo se recolecta este manjar.
Si no lo habéis visto os recomendamos que lo hagáis. Nos gusta saber el origen de lo que consumimos, y estos poco más de diez minutos lo describe perfectamente.