En alguna ocasión hemos hablado de los beneficios de comer pescado y marisco, evitando así posibles enfermedades, sobre todo cardiovasculares. Ahora, un estudio de una universidad australiana pone de manifiesto las propiedades del pescado a la hora de prevenir patologías crónicas como el asma.
El pescado, fuente rica en Omega 3, muy sano para el corazón, ayuda a bajar la hipertensión arterial y evitar problemas cardiovasculares, incluido el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Los Omega 3, presentes en pescados y mariscos, también favorecen la actividad cerebral, en especial las conexiones neuronales, gracias al DHA. Sin embargo, hasta ahora se desconocía que la ingesta constante de pescado reduce el riesgo de sufrir asma. O al menos eso es lo que se extrae de un estudio a cargo de la Universidad James Cook en Australia.
Más de 300 millones de pacientes de asma
En el estudio ha participado el profesor Andreas Lopata, quien dirige el Laboratorio de Investigación de Alergias Moleculares en la Facultad de Salud Pública, Ciencias Médicas y Veterinarias, División de Salud Tropical y Medicina de la Universidad James Cook. Según el investigador y biólogo, – «los hábitos alimentarios actuales han contribuido al incremento de la enfermedad en todo el mundo que ya afecta a cerca de 334 millones de personas«-. Es más, casi un cuarto de millón de personas fallecen al año, víctimas de asma.
En Australia, uno de cada nueve habitantes padece asma (cerca de 2,7 millones), una tasa que prácticamente se duplica entre los indígenas locales. Una dinámica que se ha agravado a lo largo de las últimas tres décadas. Los medicamentos disponibles para tratar el asma no son lo eficaces que deberían, en opinión del experto.
Consejo: ingerir aceites marinos de pescado
Para Lopata, se ha sustituido el consumo de ácidos grasos poliinsaturados n3 (PUFA N-3), proveniente de aceite de pescado, por los poliinsaturados n6 (PUFA N-6) que se halla en los aceites vegetales -maíz, semilla de onagra, cártamo y aceite de soja-. Por lo tanto, se ha pasado de la ingesta de pescado a la comida procesada y/o fast food.
El estudio se elaboró a partir de una muestra de 642 individuos que trabajaban en una fábrica de procesamiento de pescado en un pueblo sudafricano. El consumo de aceites marinos y otros productos del mar era alto entre los lugareños, de bajo poder socioeconómico. Como conclusión se detectó que algunos tipos de n-3, básicamente aceites de pescado, contribuían a disminuir el riesgo de sufrir asma del 62%. Una vez más, las virtudes saludables de ingerir pescado son noticia, respaldadas por evidencias científicas.