Lo sabemos, conseguir que los peques de la casa coman pescado puede llegar a convertirse en todo un reto para muchas familias. Su sabor, olor o textura no siempre resultan atractivos para los niños, pero los pescados son un alimento fundamental para su adecuado crecimiento y desarrollo. Incorporar pescados a la dieta infantil es imprescindible, ya que aporta a los niños una gran cantidad de nutrientes esenciales, minerales y vitaminas que fortalecen y cuidan su organismo.
Además, los pescados también destacan por su alto contenido en proteínas de calidad y ácidos grasos omega-3, fundamentales para el desarrollo del cerebro, la vista y el sistema nervioso. Y por si fuera poco, también ayudan a fortalecer sus defensas, prevenir enfermedades respiratorias infantiles y cuidar la salud de su corazón.
Por estos motivos, la Asociación Española de Pediatría recomienda incluir pescado en la alimentación infantil, como mínimo, entre tres y cuatro veces por semana. De este modo, los niños se benefician al máximo de sus propiedades y, al mismo tiempo, se familiarizan con su sabor desde edades tempranas. Sin embargo, para muchos padres no es una tarea nada sencilla conseguir que sus hijos coman pescado.
No hay de qué preocuparse. En este post del blog de Mariskito, un blog la mar de interesante, te contamos cuáles son los mejores pescados para niños, cómo incorporarlos fácilmente en su alimentación, trucos prácticos para que los más pequeños disfruten del pescado y recetas deliciosas a las que no podrán resistirse. Porque conseguir que los niños coman pescado no solo es clave para que crezcan fuertes y sanos, sino también para ayudarles a formar hábitos alimenticios saludables que los acompañen durante toda la vida.
¿Por qué algunos niños no quieren comer pescado?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el rechazo de algunos niños al pescado no siempre está relacionado con su sabor. Existen muchas otras razones que pueden influir en esta actitud: factores sensoriales, emocionales y familiares suelen desempeñar también un papel importante. Identificar las causas es esencial para aplicar estrategias efectivas y favorecer una relación positiva de los niños con el pescado. Vamos a descubrir por qué a algunos niños no les gusta el pescado y cuáles son los posibles motivos.
El sabor, olor y textura de los pescados
Durante la infancia, los sentidos del gusto y del olfato están especialmente desarrollados. Los niños perciben los sabores con mucha más intensidad que los adultos, y por eso tienden a rechazar los alimentos con aromas o sabores fuertes. Algunos pescados azules, como el salmón, la caballa o el atún, tienen un sabor pronunciado que puede resultarles excesivo o incluso desagradable. También el olor del pescado cocinado puede influir, especialmente si se prepara frito o al horno sin acompañamientos que suavicen su aroma.
Otro motivo muy común es la textura del pescado. Algunos niños describen el pescado como “blando” o “resbaladizo” al masticar. Esta sensación es más habitual si están acostumbrados a comer carne con demasiada frecuencia, ya que tiene una consistencia más firme que acaban por normalizar.
Además, la posibilidad de encontrarse una espina les puede generar miedo y rechazo. Si un niño se ha atragantado alguna vez con una, es probable que asocie todos los pescados con esta experiencia negativa y se niegue a comerlos. La situación empeora si los adultos insisten o presionan. Comentarios como “tienes que comerlo” o “a ver si hoy te gusta” suelen provocar aún más rechazo y pueden convertir comer pescado en un momento de ansiedad.
El aspecto del pescado también influye en los niños
El aspecto visual influye, y mucho, en la alimentación infantil. Los niños comen primero con los ojos, y si el pescado tiene piel, cabeza o espinas visibles, es probable que lo rechacen antes de probarlo. Un pescado mal presentado, con colores apagados o acompañado de guarniciones poco atractivas, también puede generar rechazo. En cambio, un plato colorido y bien montado despertará curiosidad y apetito.
Falta de costumbre o ejemplo familiar
Los niños aprenden observando. Si en casa no se comen pescados con frecuencia, o si los adultos comentan que “no les gusta el pescado”, es normal que los más pequeños adopten la misma actitud.
El rechazo puede estar más relacionado con la costumbre familiar que con el sabor o el aroma. Si el pescado se asocia a comidas aburridas o “de obligación”, difícilmente despertará interés en los niños. Si los adultos lo disfrutan y lo incorporan de manera natural en sus comidas, los niños tenderán a imitar ese comportamiento.
No respetar el momento adecuado para introducir el pescado
Introducir los pescados demasiado pronto, cuando el bebé aún no está preparado, o demasiado tarde, cuando el niño ya tiene sus preferencias alimenticias fijas, también puede provocar rechazo. Los especialistas recomiendan ofrecer pescado a partir de los seis meses, de manera progresiva y en pequeñas cantidades.
Consejos para que los niños coman pescado
No hay que preocuparse, el rechazo de los niños hacia el pescado es algo normal y pasajero. Conociendo las causas y aplicando pequeños cambios, los niños acabarán aceptándolo e incluso disfrutándolo. Y antes de que nos demos cuenta, ¡hasta querrán repetir!
A continuación, te damos algunos consejos prácticos para que los niños coman pescado:
- Elige pescados suaves y sin espinas: Los pescados blancos son ideales para iniciar a los niños en el consumo de pescado. Su sabor es suave, su textura agradable y contienen pocas o ninguna espina. Cocínalos al vapor, al horno o a la plancha, y acompáñalos con ingredientes que les sean familiares como arroz, pasta, patatas o verduras.
- Varía las recetas y las presentaciones: Un mismo pescado puede tener una infinidad de preparaciones. Si a tu hijo, por ejemplo, no le gustan los pescados al horno, prueba con alternativas como croquetas, hamburguesas, albóndigas, nuggets, o mini brochetas. La presentación es clave para despertar el interés de los niños. Un plato colorido, con formas divertidas o acompañado de salsas puede marcar la diferencia.
- Involucra a los niños en el proceso: A los niños les encanta participar. Llévalos a la compra, explícales qué pescado vas a cocinar y déjalos que te ayuden a prepararlo. Cuando se sienten parte del proceso, aumenta su curiosidad y disposición a probar lo que han cocinado.
- No obligues a los niños a comer pescado: forzarlos solo provocará más rechazo. La clave está en ofrecer el pescado con frecuencia, sin presión y de distintas formas. Además, los niños aprenden observando. Si los adultos disfrutan del pescado y lo consumen habitualmente, los más pequeños tenderán a hacer lo mismo.
Pescados para niños: cuáles elegir
El pescado fresco es uno de los alimentos más completos y saludables para los niños. Su textura tierna, su sabor suave y su alto valor nutritivo lo sitúan como un ingrediente esencial en la alimentación infantil. Además, ayuda a crear buenos hábitos alimenticios desde los primeros años de vida. Debemos ser conscientes de que incluir pescado en la dieta de los niños aporta múltiples beneficios para su crecimiento y desarrollo:
- Favorece el desarrollo cerebral y visual gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3.
- Fortalece el sistema inmunitario, ayudando a prevenir enfermedades respiratorias y cutáneas como asma, rinitis, eccema…
- Aporta proteínas de alta calidad que favorecen el crecimiento muscular.
- Contribuye a una buena salud ósea y dental, por su aporte en calcio, fósforo y vitamina D.
- Protege la salud cardiovascular, controlando los niveles de triglicéridos y ayudando a reducir el colesterol.
- Es fácil de digerir, por lo que resulta ideal para las primeras etapas de la alimentación sólida.
Tipos de pescados para niños
Los pescados se clasifican en función de su cantidad de grasa, lo que influye tanto en su sabor como en su valor nutricional.
Los pescados blancos son los más ligeros y fáciles de digerir, con apenas entre un 1% y un 3% de grasa. Entre ellos destacan la merluza, de sabor suave; el lenguado, que se mastica fácilmente; el rape, que le encanta a los niños; o el gallo y el bacalao, que aportan proteínas magras y minerales esenciales.
Los semigrasos, como la lubina o la dorada, contienen entre un 3 y un 6 % de grasa. Son una buena opción para ir introduciendo variedad, ya que combinan el sabor suave de los blancos con un aporte extra de grasa saludable.
Por último, los pescados azules contienen entre un 8% y un 15% de grasa, rica en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el cerebro y el corazón. En este grupo encontramos el salmón, la sardina, la caballa, el boquerón o el bonito, todos ellos muy nutritivos y recomendables desde edades tempranas.
Frecuencia de consumo de pescado para niños
El pescado puede incluirse en la dieta de un bebé a partir de los 6 meses, coincidiendo con el inicio de la alimentación complementaria. Antes de esa edad, se recomienda mantener la lactancia materna exclusiva. Desde este momento, se le pueden ofrecer pescados blancos, semigrasos y pescados azules de pequeño tamaño, siempre bien cocinados y con una consistencia fácil de masticar y tragar.
Para una dieta infantil saludable, se recomienda consumir pescado de 3 a 4 veces por semana, alternando pescados blancos con semigrasos. Es importante incluir una ración semanal de pescado azul, rico en ácidos grasos omega-3, fundamentales para el desarrollo neurológico y cognitivo de los niños.
Las raciones orientativas según la edad son las siguientes:
- De 6 a 12 meses: entre 30 y 40 gramos por ración.
- De 1 a 3 años: entre 60 y 70 gramos.
- De 3 a 10 años: entre 70 y 90 gramos.
Pescados no recomendados para niños
Como excepción, algunas especies de pescado pueden acumular niveles elevados de mercurio, un metal pesado que puede resultar perjudicial para el desarrollo neurológico infantil. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), deben evitarse en niños menores de 10 años y en mujeres embarazadas los siguientes pescados:
- Emperador o pez espada
- Cazón
- Tintorera
- Pintarroja
- Lucio
- Atún rojo
En niños de entre 10 y 14 años, el consumo de estas especies no debe superar los 120 gramos al mes.
Recetas de pescado para niños fáciles y deliciosas
Conseguir que los niños coman pescado no tiene por qué ser difícil, la clave está en hacerlo divertido y apetecible. Presentarlo en recetas que ya conocen y les gustan facilita que se animen a probarlo y que lo incluyan en su dieta habitual.

A continuación te proponemos varias recetas de pescado para niños, sencillas, saludables y deliciosas. Apostamos a que les encantarán y, de esta manera, comerán pescado mucho más a menudo. Además son perfectas tanto para el día a día como para esas cenas en las que buscas algo rápido, rico y nutritivo.
Nuggets de pescado
Los nuggets son un clásico que nunca falla. Su textura crujiente por fuera y tierna por dentro hacen que sean uno de los platos favoritos de los más pequeños. Prepararlos con pescado es una forma estupenda de introducir este alimento sin que apenas lo noten.
Puedes elaborarlos con merluza o rape, triturando el pescado y mezclándolo con un poco de pan rallado, huevo y perejil. Luego solo tienes que darles forma, pasarlos por harina, huevo y pan rallado, y freírlos o cocinarlos al horno. El resultado: unos nuggets irresistibles y mucho más saludables que los del supermercado.
Croquetas de pescado para niños
Pocas cosas gustan más a los niños que unas croquetas caseras. En este caso, el pescado se integra en una cremosa bechamel, de manera que su sabor se suaviza y resulta muy agradable. Además, son perfectas para aprovechar las sobras de pescado. Solo necesitas mezclar el pescado desmenuzado con bechamel, dejar enfriar, formar las croquetas y rebozarlas antes de freírlas. Ideales para una cena o como aperitivo.
Hamburguesas de pescado
Si hay un formato que triunfa entre los niños, ese es la hamburguesa. Son la opción perfecta para que coman pescado sin ni darse cuenta. Además, son muy versátiles: se pueden preparar con bacalao, merluza, salmón…
Solo tienes que triturar el pescado, mezclarlo con pan rallado y huevo, formar las hamburguesas y cocinarlas a la plancha o al horno. Puedes servirlas con pan, queso, lechuga y tomate o solas, acompañadas de puré patata o arroz.
Un buen ejemplo son las hamburguesas de lenguado con mayonesa de chipotle, un plato perfecto para sorprender y alegrar a toda la familia.
Brochetas de pescado para niños
Las brochetas son una forma divertida y colorida de comer pescado. Combinar trozos de rape, salmón o merluza con gambas, pimientos y calabacín convierte comer pescado en todo un juego de colores y sabores.
Cocinadas a la plancha o al horno, son ligeras, saludables y muy fáciles de preparar. Puedes añadir un toque especial con un chorrito de limón o una salsa de yogur suave. Perfectas para una cena rápida, equilibrada y llena de nutrientes.
Para cocinar estas recetas sin complicaciones, comprar pescado por Internet es la mejor opción. Te llegará a casa en menos de 24 horas y te garantizas que tus hijos disfrutan de un pescado fresco y de la mejor calidad.
Fuentes: Aesan – Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición / Fundación Española de la Nutrición (FEN) / Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) / Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) / Consellería do Mar – Xunta de Galicia / Asociación Española de Pediatría (AEP)