No todo vale a la hora de cocinar pescado. Si no lo hacemos correctamente, el pescado puede quedar seco, sin sabor… siempre dependiendo de si se trata de un pescado de pequeño tamaño o bien más grande. Además, si no lo preparamos correctamente, podremos desaprovechar alguno de los beneficios de comer pescado.
Antes de cocinar pescado
Antes de cocinarlo, sea azul o blanco, comprar pescado fresco es algo muy importante. Mientras que a la hora de guardarlo en la nevera, se recomienda conservar los pescados con bastante frío y en la parte de arriba. No puede dejarse en la nevera sin consumir más de dos días.
¿Quitar la piel del pescado?
Lo ponemos en interrogante porque hay personas que le quitan la piel por múltiples razones, aunque es mejor no quitarla. Es importante mantenerla porque ello permite mantiene la estructura del corte y hará que no se deshaga. La pieza estará mucho más firme.
Mejor no echar sal antes de cocinar el pescado
Se recomienda salar el pescado una vez ya haya pasado por la sartén. Si se hace antes la carne del pescado puede secarse y perder su jugo.
No freír demasiado
El pescado, cuando se cocina demasiado, sobre todo si se fríe con mucho aceite, puede quedar algo seco. Entonces se pierde sabor. Es mejor que la carne esté blanda y el pescado meloso, pues gusta más a todos los paladares.
No tener el aceite caliente para cocinar
La plancha o sartén debe estar muy caliente para evitar la pérdida de jugos. Cuando ponemos el pescado ya a calentar en la sartén si el aceite todavía está frío, la pieza perderá sabor y también consistencia.
No quitar las espinas
En una gran parte de los pescados es mejor quitarle las espinas. La carne estará más tierna y podremos jugar con las distintas piezas a la hora de cocinar. Cuando a uno le resulta complicado quitar las espinas, puede pedir al pescadero que lo haga, será más práctico y así no se pierde tiempo en la cocina.
Menear mucho el pescado
Con un vuelta y vuelta en la sartén es suficiente para que el pescado esté ya hecho. Es decir, que no es preferible removerlo demasiado porque puede deshacerse con más facilidad. Sí debemos controlar que no se pegue el pescado a la sartén, algo que también suele suceder cuando falta aceite.