También conocido como meiga, lliseria, rapante, bruixa y xuella, el gallo es un viejo conocido de nuestras costas, aunque a menudo quede a la sombra de su pariente más famoso, el lenguado. Sin embargo, quien lo prueba se encuentra con un verdadero tesoro: un pescado de gran calidad, con un punto dulce y una textura tan agradable que apenas necesita acompañamiento para brillar en todo tipo de recetas.
El gallo es uno de esos pescados que no hacen mucho ruido, pero siempre están ahí, en la pescadería, esperando a ser descubiertos. Su carne blanca, fina y delicada le confiere una versatilidad excepcional, convirtiéndolo en un auténtico comodín en la cocina: el gallo combina con todo, se prepara en un instante y conquista a quien lo prueba, incluso a los más peques de la casa, que agradecen su escasez de espinas y su sabor suave.
Y si textura y sabor sorprenden, su valor nutricional termina de convencer. Gracias a su bajo contenido graso y un aporte destacado de vitamina B12, fósforo y selenio, el gallo une placer y bienestar con la sencillez de quien no necesita artificios. Un pescado blanco ideal para los que buscan una alimentación equilibrada sin renunciar al sabor. A la plancha, al horno o al vapor, el gallo mantiene toda su jugosidad y ese carácter delicado que lo hace inconfundible.
En este post del blog de mariskito, un blog la mar de interesante, te lo contamos todo sobre el gallo, un pescado muy fácil de comer que encanta a los niños y a quienes prefieren pescados de sabor equilibrado.
¿Qué es el gallo?
El gallo (Lepidorhombus whiffiagonis) es un pescado blanco que pertenece a la familia de los escoftálmidos, la misma que el rodaballo o el lenguado. Su cuerpo es plano, ovalado y asimétrico, características típicas de los peces demersales. Esta particular forma le permite permanecer apoyado sobre el lecho marino, prácticamente inmóvil, mientras se camufla con su entorno. De hecho, su delicada piel muestra tonos que van del marrón claro al gris oscuro, salpicados de pequeñas manchas que le ayudan a confundirse con la arena o las rocas del fondo. La parte inferior, en cambio, es más clara, lo que aumenta su capacidad de mimetizarse.

Otro de los rasgos más curiosos del gallo es la posición de sus ojos, ambos situados en el mismo lado de la cabeza. Este rasgo le permite observar a su alrededor sin necesidad de moverse, algo muy útil para detectar tanto a sus presas como a posibles depredadores. Tiene una boca grande y oblicua, repleta de finos dientes que están perfectamente adaptados para atrapar las pequeñas presas que constituyen su dieta. En cuanto a su tamaño, los ejemplares adultos de gallo suelen medir entre 20 y 40 centímetros.
| La mar de curioso… El gallo se oculta en el fondo marino levantando una cortina de arena con un rápido movimiento de sus aletas. |
Hábitat y pesca del gallo
El gallo habita principalmente en el Atlántico Norte, aunque también puede encontrarse en algunas zonas del mar Mediterráneo. Es una especie bentónica, lo que significa que pasa casi toda su vida en el lecho marino. Prefiere los fondos de arena o fango, lugares en los que puede camuflarse fácilmente, pasar desapercibido ante los depredadores y permanecer a la espera de sus presas.
Suele encontrarse a profundidades que oscilan entre los 100 y los 200 metros, aunque puede alcanzar hasta los 400 metros. En estas zonas tranquilas y de poca luz, el gallo lleva una vida sedentaria, desplazándose solo lo necesario para alimentarse o escapar del peligro. Su dieta se basa principalmente en pequeños crustáceos, moluscos y gusanos marinos, aunque ocasionalmente puede alimentarse de peces de pequeño tamaño o larvas de otros pescados.
En cuanto a su captura, el gallo es una especie que se obtiene mediante pesca de arrastre, una de las técnicas más comunes en la pesca de fondo. Este método consiste en arrastrar una red por el lecho marino. Sin embargo, en los últimos años se han impulsado prácticas más sostenibles, como la pesca con palangre, que utiliza una larga línea con anzuelos distribuidos a lo largo de su recorrido. Este sistema permite seleccionar mejor las especies y reduce el impacto ambiental sobre el hábitat marino.
Gracias a su abundancia en nuestras costas atlánticas y a las medidas de pesca responsable, el gallo es un pescado fresco muy presente en lonjas y mercados durante gran parte del año.
| La mar de curioso… Durante su desarrollo, los alevines del gallo experimentan una curiosa metamorfosis: uno de sus ojos se desplaza hacia el otro costado, adaptándolos para la vida sobre el fondo marino. |
Diferencias entre gallo y lenguado
A primera vista, el gallo y el lenguado pueden parecer el mismo pescado, ya que ambos son planos, viven en el fondo del mar y tienen una carne blanca y delicada. Sin embargo, si se observan con atención, veremos que existen diferencias significativas en su morfología.
El gallo se caracteriza por tener un cuerpo más fino, alargado y algo translúcido, con una piel muy fina. Sus ojos están situados en el lado izquierdo de la cabeza, separados por una pequeña protuberancia ósea. Su parte superior es de color marrón claro o grisáceo, mientras que el costado inferior, conocido como “lado ciego”, es crema y con escamas visibles.

El lenguado, en cambio, tiene una forma más ovalada y compacta, con escamas diminutas que apenas se aprecian a simple vista. Sus ojos se encuentran en el lado derecho del cuerpo y son más pequeños que los del gallo. Su parte superior suele presentar un tono marrón verdoso, mientras que la inferior es blanca o beige. Además, tiene una mancha negra muy característica en la aleta pectoral más cercana a la cabeza, que permite identificarlo con facilidad. Otra diferencia está en su boca: la del lenguado es oblicua y con forma de uña, mientras que la del gallo es más pequeña y recta.
En cuanto a su carne, la del gallo es más tierna y suave, ideal para preparaciones ligeras, la del lenguado destaca por su textura firme y sabor más pronunciado, perfecto para platos más elaborados.
| La mar de curioso… El gallo tiene una espina en la boca que provoca que su mandíbula inferior sea algo más pronunciada que la superior. |
Propiedades y beneficios del gallo
El gallo es uno de esos pescados blancos que combinan a la perfección sabor y propiedades nutricionales. Además, su carne suave y de textura delicada lo convierte en una opción ideal para toda la familia. Pero eso no es todo, ya que el gallo tiene muchos otros beneficios, como por ejemplo:
El gallo es bajo en grasa y fácil de digerir
Una de las principales propiedades del gallo es su bajo contenido en grasa, con tan solo unos 2 gramos por cada 100 de carne. Además, apenas contiene grasas saturadas, poco recomendables para el organismo. En su lugar, aporta grasas poliinsaturadas, también conocidas como “grasas buenas”, que ayudan a mantener una salud cardiovascular óptima, favoreciendo el control del colesterol y la buena circulación sanguínea.
El gallo tampoco contiene hidratos de carbono y presenta una alta proporción de agua, lo que lo convierte en un alimento saciante, ligero y de fácil digestión. Gracias a estas cualidades,el gallo es ideal para incluir en dietas bajas en calorías, en menús equilibrados o en planes de alimentación saludable. Por su textura tierna y su sabor suave, también resulta perfecto para la alimentación infantil, de personas mayores o para quienes tienen digestiones delicadas.
El gallo es rico en vitaminas del grupo B
Entre los micronutrientes más destacados del gallo se encuentran las vitaminas del grupo B, especialmente la B6, la B12 y la B3, que son fundamentales para el metabolismo energético, es decir, para transformar los alimentos en energía. También desempeñan un papel esencial en el buen funcionamiento del sistema nervioso, en la formación de glóbulos rojos y en el mantenimiento del sistema cognitivo.
El contenido en B12 del gallo es especialmente relevante, ya que esta vitamina solo se encuentra de forma natural en alimentos de origen animal y es clave para prevenir la anemia y la fatiga.
El gallo es fuente minerales
El gallo también es una fuente muy interesante de minerales esenciales. Destaca el fósforo, que contribuye a mantener huesos y dientes fuertes, y participa en la formación de tejidos y células. Solo una ración de gallo puede aportar casi la mitad de la cantidad diaria recomendada de este mineral.
También aporta selenio, un potente antioxidante natural que ayuda a proteger las células del daño oxidativo y refuerza el sistema inmunitario. Además, el gallo incluso contiene cantidades significativas de otros minerales como el magnesio y el potasio, que ayudan al equilibrio del organismo.
El gallo es un alimento saludable y versátil
Gracias a su perfil nutricional equilibrado, el gallo es un pescado muy versátil que encaja perfectamente en las dietas mediterránea y atlántica. Su bajo contenido en grasa, combinado con su riqueza en proteínas de alta calidad, hace que sea una excelente opción para mantener la masa muscular y favorecer la recuperación tras el ejercicio físico.
En la cocina, admite múltiples preparaciones: al horno, a la plancha, al vapor o incluso en guarniciones con verduras o arroz. Su carne blanca y tierna combina con todo tipo de salsas y aliños, sin perder sus propiedades.
En definitiva, el gallo no solo es un pescado delicioso, sino también un aliado perfecto para cuidarnos, mantener una dieta saludable y disfrutar de una alimentación natural y nutritiva.
Valores nutricionales del gallo
En la siguiente tabla te mostramos los valores nutricionales del gallo, un pescado muy fácil de comer:
| Nutriente | Cantidad por 100 g |
|---|---|
| Energía (Kcal) | 80 |
| Proteínas (g) | 15,8 |
| Lípidos totales (g) | 1,9 |
| Ácidos grasos saturados (g) | 0,33 |
| Ácidos grasos monoinsaturados (g) | 0,39 |
| Ácidos grasos poliinsaturados (g) | 0,61 |
| Omega-3 (g) | 0,031 |
| Hidratos de carbono (g) | 0 |
| Agua (g) | 82,3 |
| Calcio (mg) | 33,6 |
| Hierro (mg) | 0,96 |
| Yodo (μg) | 16 |
| Magnesio (mg) | 42,1 |
| Zinc (mg) | 0,4 |
| Sodio (mg) | 150 |
| Potasio (mg) | 250 |
| Fósforo (mg) | 260 |
| Selenio (μg) | 24 |
| Tiamina (mg) | 0,08 |
| Riboflavina (mg) | 0,1 |
| Equivalentes de niacina (mg) | 3,7 |
| Vitamina B6 (mg) | 0,38 |
| Folatos (μg) | 11,2 |
| Vitamina B12 (μg) | 1,1 |
¿Cómo preparar gallo?
Antes de disfrutarlo en cualquiera de sus deliciosas preparaciones, es importante saber cómo limpiar el gallo correctamente. Al tratarse de un pescado plano, puede parecer un poco complicado al principio, pero con unas pautas básicas el proceso resulta sencillo y rápido.
Para empezar a limpiar gallo, conviene retirarle las aletas con unas tijeras de cocina, cortando cuidadosamente alrededor del cuerpo. Después, se debe realizar un corte ventral, desde la cabeza hasta la cola, y extraer las vísceras sin romper ningún órgano interno. A continuación, hay que lavar el interior del pescado con un chorro de agua fría para eliminar cualquier resto de sangre o vísceras.
Si prefieres cocinar el gallo en filetes, puedes filetearlo con un cuchillo afilado, separando la carne del espinazo por ambos lados. Por último, debemos enjuagar los filetes y secarlos con papel de cocina antes de añadir sal, especias o el aliño que vayamos a utilizar.
Formas sencillas y sabrosas de cocinar gallo
El gallo se presta a múltiples elaboraciones, pero las más populares son a la plancha, al vapor o al papillote. Su cocción es rápida, apenas unos minutos por cada lado. Combina muy bien con limón, vino blanco o un toque de ajo.

Cuando se trata de ejemplares grandes, al horno es una opción excelente. Suele colocarse sobre una base de patatas asadas y verduras (como calabacín, pimiento o tomate) para obtener un plato completo y equilibrado. El gallo también es perfecto como ingrediente para arroces marineros, calderetas o sopas.
Si buscas una textura más crujiente, los filetes empanados o rebozados de gallo son una opción infalible, sobre todo para los niños, ya que resultan tiernos por dentro y dorados por fuera.
Recetas sabrosas y creativas
El gallo también admite versiones más elaboradas. Prepararlo en salsa, con mantequilla, hierbas frescas y un toque de limón recuerda al clásico lenguado a la meunière. Para quienes quieren innovar, se puede empanar con frutos secos junto al pan rallado, al estilo provenzal. Incluso preparar rollitos de gallo rellenos de marisco o verduras. Y si te gusta el picante, una pizca de guindilla le da un toque especial sin enmascarar su sabor. A nosotros nos encanta el gallo a la pimienta rosa, una preparación sencilla pero elegante que le brinda un aroma delicado y un sabor inconfundible.
Eso sí, para garantizar un buen resultado en la cocina, la mejor opción es comprar pescado y marisco por Internet, ya que de este modo recibirás los mejores productos del mar directamente en tu hogar con toda su calidad y propiedades intactas.
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Fuentes: Fundación Española de la Nutrición (FEN) / Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) / Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) / Consellería do Mar – Xunta de Galicia / Fundación Española del Corazón (FEC)