Si por algo se caracteriza la carne gallega es precisamente por la tradición y la cercanía del ganado y los ganaderos a la cocina, a las casas de los consumidores.
Así, al comprar carne gallega estarás contribuyendo sin duda a una forma de crianza sostenible, con amplios terrenos para los animales que les permiten dar finalmente lugar a la carne de vacuno de mejor calidad.
¿Sabes diferenciar la carne gallega?
Cuando hablamos de ternera gallega, lo primero a lo que nos referimos es precisamente a aquella que tiene un distintivo de calidad: la IGP o Indicación Geográfica Protegida. De hecho, la Unión Europea también ha querido reconocer las especies gallegas de carne y por eso hay algunas características que tenemos que destacar, para que estés al tanto de cómo son nuestros animales.
En primer lugar, la cabeza tiene un perfil recto, generalmente es corta en los machos aunque se puede alargar en las hembras, y muestra surcos cóncavos. Los cuernos no son de gran tamaño y es frecuente que los encontremos de unas tonalidades grisáceas o blanquecinas.
Por otro lado, cabe hablar del cuerpo del animal, que es notable pues estamos hablando de que una vaca en edad adulta llegaría a pesar hasta 700 kilos y en el caso de los toros hablaríamos de unos 300 más. La altura es de 135 a 145 centímetros y varía también entre machos y hembras. En resumen, se trata de animales corpulentos que además tienen bastantes músculos y ubres prominentes que permiten dar de mamar a las crías. Todas estas características tienen efectos positivos sin ninguna duda sobre la calidad final de la carne. Así pues, la alimentación además de a través de leche tiene lugar con forrajes de origen vegetal.
¿Cuáles son las principales características de la carne gallega?
Si pasamos a hablar ya de las características de la carne, no es excesivamente rojiza, sino que presenta un color rosáceo para la ternera (o rojo sutil en el caso del añojo). Además, si te fijas apenas verás grasa, es una carne magra y firme, con ligeras incrustaciones de grasa en un color blanco brillante. Todo ello hace que la carne sea muy tierna y dote a los platos de jugosidad y sabor intenso pero no excesivo, adaptándose a todo tipo de paladares. Unos 100 gramos de ternera aportan gran cantidad de las vitaminas del grupo B, sales minerales y la mitad de la proteína necesaria en la dieta cada día.
En definitiva, la carne gallega es sin duda una de las mejores que podemos encontrar, pues los animales disponen de grandes terrenos para disfrutar y criarse, con la tradición de la mano gracias a los ganaderos de la región. Esperamos que con este artículo hayas podido aprender algo más sobre la ternera y el entorno en el que se cultiva. Y recuerda: la carne de vacuno tiene muchos beneficios para la salud.