Nuestras granjas se ubican en áreas ricas en agua dulce de manantial, en ausencia total de contaminación. El magnífico entorno y la naturaleza de las aguas, aseguran la alta calidad del cultivo de esturión, que proporciona un pescado sano y seguro para el procesamiento de caviar. La temperatura de las aguas naturales está entre los 5 y 23 ºC. El agua sale bajo tierra, pura y limpia sin ningún tipo de manipulación ni contaminación industrial. Estas aguas prueban el desarrollo sostenible de esta especie única.
La elaboración del Caviar del Tíbet cumple estrictamente con los estándares tradicionales transmitidos a lo largo de muchas generaciones de maestros artesanos, y habiendo realizado asimismo un largo periodo de investigación.
La elaboración del caviar es todo un arte, desde el proceso de tamizado y lavado hasta su cuidada clasificación. Todo esto se realiza con un equipo técnico profesional y bajo un estricto control de calidad en unas modernas instalaciones. Se selecciona según su tamaño, color y firmeza, y es sazonado en sal marina bajo el método tradicional iraní con una salinidad inferior al 3,5%, para conservar y potenciar todo su sabor.
Posteriormente se realiza el envasado y conservación en cámaras frigoríficas a temperaturas comprendidas entre -2 y 2º C. El último paso del proceso es el enlatado en envases de 30, 50, 100, 250 y 500 gr., que son los que recibirás cuando te lo enviemos a casa.
El Caviar del Tíbet se enlata en fresco, sin someterse a ningún tratamiento térmico de pasteurización. La pasteurización alarga la vida útil del producto hasta los 5 ó 6 meses, pero a cambio su calidad y textura se resiente considerablemente. En nuestro caso la fecha de consumo preferente es de unos 50 días aprox. desde la fecha de envasado.