Pronto empezarán los desplazamientos en coche con motivo de las vacaciones. En la carretera, especialmente al volante, una buena alimentación es igual o más importante que en el día a día. Hemos recuperado una guía con varios consejos elaborada por Repsol y la DGT en colaboración con la Fundación Española de Nutrición (FEN) en la que nos recuerdan algunos consejos saludables básicos antes de emprender un largo viaje en coche.
Alimentarse de forma equilibrada y saludable antes del viaje
Una alimentación incorrecta puede generarte fatiga, somnolencia, pesadez, reducir tus reflejos, tu capacidad de atención y aumentar el riesgo de accidentes. Por el contrario, una alimentación equilibrada y variada te puede ayudar a realizar un buen viaje y a disfrutar más de él. En este aspecto, la dieta mediterránea tiene muchas ventajas.
Recuerda que los platos muy condimentados y muy grasos no son aconsejables. Por el contrario, las ensaladas, las carnes o pescados a la plancha y las frutas son opciones adecuadas. Y es que el pescado tiene muchos beneficios para la salud.
A su vez, ten en cuenta que cuando se conduce la alimentación debe ser variada y contener todos los nutrientes necesarios para el organismo. Una dieta equilibrada es importante para tu salud, especialmente cuando hay que conducir y necesitas prestar toda tu atención a la carretera. Además, el pescado reduce el riesgo de mortalidad cardiovascular.
Descansa bien antes de comenzar un viaje
Nunca lo emprendas con el estómago vacío. Es importante realizar un desayuno completo, que incluya 4 grupos de alimentos distintos: lácteos, cereales, frutas u hortalizas y complementos (aceites y grasas, dulces, carnes y derivados, etc.). Un almuerzo o segundo desayuno puede contribuir a un mejor desarrollo de los viajes largos, ya que nos proporcionará un periodo de descanso y contribuirá al consumo de una dieta variada y equilibrada.
Después de realizar una comida completa, es recomendable esperar entre 15 y 20 minutos antes de empezar a conducir. Después de comer se reduce la capacidad de atención y las posibilidades de cometer algún error o imprudencia se incrementan.
En viajes largos es recomendable que realices descansos
En los que comer algo ligero, tomar una bebida para evitar la deshidratación y realizar algún ejercicio suave.
Si sientes hambre, para a tomar algo y no esperes hasta llegar al destino. La sensación de hambre aumenta tu ansiedad y el deseo de alcanzar cuanto antes el destino, que puede provocar un incremento inconsciente de la velocidad. Además, es preferible realizar las comidas en un horario adecuado antes que a destiempo sólo por no parar y ahorrarse unos minutos.
Si comes a la vez que conduces, dejarás de prestar la atención necesaria a la carretera y tendrás menos capacidad de reacción ante imprevistos. Mejor para a tomar algo y después continúa con el viaje.
Una hidratación adecuada.
Ten en cuenta que la población infantil necesita mayor cantidad de líquidos que los adultos y, además, deben consumir de 3 a 4 raciones de lácteos, recomendaciones que son superiores a las de la población adulta. Mientras que las personas mayores deben elegir alimentos con una mayor densidad de nutrientes por unidad de energía y cuidar, especialmente, el consumo de agua, ya que la sensación de sed en esta edad está alterada.
En resumen, usa el sentido común y no dejes de lado tus necesidades alimenticias cuando emprendas tus vacaciones, es una garantía para tu bienestar.