Muchas veces os hemos comentado en este espacio los beneficios del pescado blanco y azul, sus diferencias y las virtudes del Omega 3, fundamental para la salud del corazón. Además, recientemente un estudio elaborado por la Harvard Medical School ha elaborado una lista con los diez alimentos considerados como los más eficaces para ayudar a bajar el colesterol. De entre todos, el pescado graso es el único alimento de origen animal que figura en esa lista.
El pescado es un alimento anticolesterol
Soja, avena, frutos secos, berenjena, además del pescado y otros alimentos son ingredientes necesarios en una dieta en la que se pretenda reducir el colesterol. El colesterol es principalmente conocido por los problemas que ocasiona en la salud coronaria y por considerarse un factor de riesgo de infarto e ictus, entre otros episodios vasculares.
Uno de los beneficios del pescado azul, también llamado pecado graso, es que tiene de media unos diez gramos de grasa rica en ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3. Muy reconocidos por su capacidad para disminuir los triglicéridos plasmáticos, aumentar la vasodilatación arterial, reducir el riesgo de trombosis y la tensión arterial. Todos estos efectos se postulan como protectores de las enfermedades cardiovasculares.
¿Cuánto pescado debo consumir?
Los expertos nutricionistas aconsejan un consumo de pescado azul fresco de dos a tres veces por semana. Es obligada la presencia en los menús semanales de pescados azules como las deliciosas y nutritivas sardinas, boquerones o anchoas, atún, bonito o salmón.
Además del pescado graso, la avena, la cebada, las legumbres, las berenjenas, la okra, algunas frutas, los frutos secos, los aceites vegetales y la soja – los alimentos que se enumeran en la citada lista de la Harvard Medical School- debemos recordar que la alimentación es una parte muy importante para una vida saludable, pero no es lo único.
Para prevenir el colesterol es necesario, además evitar lo más posible el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas. Es fundamental practicar ejercicio físico adaptado a cada edad y estado de salud. Pero en general es recomendable hacer al menos 3 horas de ejercicio por semana. De esta manera se aumenta la cantidad de colesterol bueno en la sangre en niveles aceptables.